Capitulo 11: "Se terminó (otra vez)"

463 50 1
                                    

Me bajo y camino al lavabo, mojó mi cara de nuevo para volver en si…

Joder!

¿Qué mierda se supone que hago?

—Lo siento Nate, ve esto como un beso de despedida, se acabó.

—No, no, no, Sky por favor, perdóname.

—Te perdono Nate, pero no volveremos a estar juntos, ya entiéndelo!

Le doy la cara y me sobresalto cundo golpea con fuerza una de las puertas de los cubículos del baño, abriendo un enorme agujero en el.

—Ya cálmate — le digo en un susurro.

—¿COMO MIERDA QUIERES QUE ME CALME? — Camina tan rápido hacia mi y con tanta ira que siento empequeñecer, quedo entre el lavamanos, se ve mucho más grande, mi corazón está latiendo tan fuerte que se me va a salir por la boca.

No digo nada, siento que si hablo si digo algo equivocado pueda ocasionar una peor reacción.

—Te amo, yo… ya te tuve y sentí lo que sabía que sentiría, no quiero perderlo, una última oportunidad, por favor.

Niego con la cabeza y siento como una lágrima corre por mi mejilla, la limpio sin quitarle la vista a sus ojos que también lagrimean.

—Se termino.

—Pero me besaste.

Cierro los ojos.

—Solo me despedí — mi subconsciente se burla de mi, pero no cambio lo que digo, Nate me encanta pero yo también debo superarlo — dos oportunidades tuviste y ambas las arruinaste de la misma forma, solo piensas en lo que sientes, puedo ser fría o anti parabólica con las cosas que pasan,  pero también tengo sentimientos, la primera vez llore, ahora que me conozco mejor puedes estar seguro de que no voy hacerlo de nuevo, seguiré adelante siempre. Pase lo que pase.

Ya no está llorando, ahora solo me ve pensando en todo lo que acabo de decir, supongo.

—Siempre te estaré agradecida por lo que has hecho por mi y contarás conmigo para lo que necesites, te ofrezco una amistad, más allá de eso ya lo arruinaste.

Cierra los ojos y aprovecho para irme.

Limpio mi rostro con mis dedos, debo parecer loca o borracha con el maquillaje corrido, pero si me tardaba un poco más, me iba a detener de nuevo, lo sé.

—Ey, ya iba ir por ti — asiento hacia Robert quien pone mala cara al verme — ¿estás bien?

Asiento de nuevo.

Viendo el lado positivo el sueño se esfumó, pero no el cansancio y para mí suerte la hora pasa rápido, ya que el rubio aparece por la puerta, veo el reloj y llega puntual.

Los chicos que nos suplen llegan y Robert y yo dejamos la barra, no me cambio, tomo mis cosas del vestuario y prácticamente corro hacia Héctor.

—Hola — lo abrazo tan fuerte como puedo. Me ve un poco extrañado, ve mis ojos y antes de que note algo lo suelto — vámonos.

—Estuviste llorando ¿Qué pasó? — toma mis mejillas y yo giro mis ojos.

—no lloré, solo estoy muy cansada! Quiero dormir un día entero… — no diré absolutamente nada de lo que pasó, igual ya está resuelto.

Afina la vista sin creerme — Está bien, vámonos.

Agradezco al cielo que haya venido en auto y no el la súper moto, con el sueño que tengo, capaz y me mato.

Ya camino a su departamento y en silencio me tomo el tiempo de admirarlo, es tan guapo y varonil, el suspiro de idiota hace que vea a dónde estoy y sonría con picardía, creo que me dirá algo sarcástico pero no lo hace.

Poliandria (+18) parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora