Capítulo 4: A pesar de las apariencias.

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"¿Por qué aún estoy con ella, a pesar de todo lo que me hace?".

Esta era una pregunta que desde hacía ya un tiempo a esta parte deambulaba cada vez con mayor frecuencia en la mente del joven Ikari y que, en esos momentos, asolaba sus nocturnos pensamientos que tenía al estar aún despierto y recostado en su oscura habitación; ello mientras el resto de los moradores de aquel departamento ya dormían. Una interrogante que se formulaba cada vez que centraba su mirada o sus pensamientos en quien era tanto su compañera de labores y estudios como de habitación. Una chica extraña que podría fácilmente ser su peor enemigo para pasar tan solo segundos después a transformarse en alguien adorable, o bien podía darse la situación inversa con la misma facilidad pasmosa. Definitivamente Asuka Langley Sorhyu resultaba ser alguien demasiado impredecible y, por mas extraña e increíble que pudiera parecerle aquella idea, paradojalmente buena parte de su encanto parecía encontrarse precisamente en esa falta de certidumbre respecto de su forma de ser, una que resultaba capaz de asustarle y de atraerle al mismo tiempo.

"¿Por qué él insistía en estar con ella?".

Ella siempre buscaba alejarlo, o quizás, esa era su forma de alejarse de él, no lo sabía. A veces pensaba que quizás con estos gestos ella también huía de la cruel realidad, que era muy probable que Asuka también hubiera experimentado una vida difícil. Aunque no lo sabía con certeza, ella nunca le había permitido ir más allá. Quizás debía el partir abriéndole las puertas de su corazón para que ella pudiera tener la confianza necesaria para abrirle el suyo. Pero ella siempre parecía ser tan difícil e inaccesible; lo que se demostraba en que después de más de seis meses de vivir junto a la segunda elegida todavía no sabía el cómo abordarla, como debía acercarse a ella.

"¿Qué era lo que él esperaba de ella?".

Al principio solo esperaba que se pudieran llevar bien tanto profesionalmente como personalmente. Después, que pudieran haber sido buenos compañeros y amigos. Pero parecía que ella no estaba dispuesta a ser algo más que compañeros, y él ya no se estaba conformando con la idea de resignarse a ser tan solo compañeros.

Pero a veces esa chica que espantaba al resto para así poder encerrarse en si misma, parecía capaz de sorprender e incluso, de abrir su corazón. El mismo que normalmente solía esconder y reservar. Y pudo darse cuenta de ello en aquel día, el día en que comenzaron todos sus problemas.

Flash-Back:

Todo había comenzado hacía un par de sábados atrás. Ese día había sido demasiado ajetreado para todos los moradores de aquel departamento. Misato había salido muy temprano para unas reuniones estratégicas de defensa y coordinación, y no regresaría hasta bien tarde en la noche. Poco después fue el turno de Shinji de partir. Él también tenía que marchar hacia un encuentro muy especial. Ya que ese día se conmemoraba un aniversario más de la muerte de su madre, por lo que había ido al cementerio a visitar la tumba donde reposaban sus restos. Además, ese encuentro sería especial, Shinji se encontraría con su padre. Un encuentro entre padre e hijo, el primero después de largos tres años.

No resultó un encuentro ameno como pudiera haber esperado el joven Shinji, pero tampoco resultó hosco ni árido, como pudo haber temido. Muchas veces sentía que odiaba a su padre con toda la fuerza de su ser, y razones no le faltaban para ello. Diablos, no tenía recuerdos de algo siquiera remotamente parecido a una familia feliz. Apenas poseía difusos y lejanos recuerdos de su madre, y su padre había desaparecido completamente de su vida tras la muerte de mama. Y así fue por largos años, viviendo a cargo de unos tíos quienes pasaron a ser sus tutores. Hasta que un día arribó a sus manos una carta de su padre diciendo que quiere verlo. Al principio guardó alguna esperanza de que pudiera haber alguna reconciliación con su padre, aunque tenía el presentimiento de que no lo habían llamado con ese fin.

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