Draken no diría que estaba obsesionada si no que era una fan muy dedicada y aquella dedicación la llevo a cometer un gran error o una gran bendición.
DRAKEY
DRAKENFEM
Todo el tiempo que pase con Mikey fue como un sueño echo realidad, después de nuestra primera noche juntos, pasamos nuestra primera mañana juntos en donde el se dio el gusto de comerme como se le dio la gana, hasta tenerme temblando por culpa de su habilidosa lengua y juguetones dedos. Quería devolverle el favor, pero el dijo que no era necesario que el verdadero regalo había sido mi esencia en su boca.
No podía evitar sonrojarme como un tomate cada vez que soltaba esos comentarios.
Después de juguetear un rato en la ducha de conocer nuestros cuerpos como si no los hubiéramos tocado y lamido todas estas horas, logramos vestirnos y salir a buscar un poco de comida.
Aprendí cosas nuevas de Mikey, como que es un chico extremadamente dulce y que no le importaba empalagarse con tal de consumir toda la azúcar necesaria para que la dopamina es su cuerpo se libere y sea un poco mas feliz así. Era horrible pensar en que Mikey hacia feliz a millones de personas, que su sola presencia inyectaba una adrenalina pura en cada uno de sus fans, pero para el solo era un método de escape en donde podía dejar de pensar y todo lo demás era soledad y trabajo contaste.
Quería darle alegría a su vida, lograr protegerlo y darle un lugar seguro. Solo esperaba que el buscara lo mismo estando conmigo.
Después tuvimos que tomar una siesta en un parque ya que le dio mucho sueño y a pesar de que el clima estaba agradable el no lo pudo disfrutar mucho ya que tenia que estas contantemente con mascarillas, lentes y gorro para evitar ser reconocido. Pasamos toda la tarde comiendo oh visitando lugares turísticos, me enseño mucho de ese país extranjero, también me consistió bastante con regalos, ya sea joyas, ropa deportiva o de moto.
Aunque intente negarme el seguía insistiendo. Yo no quería que me viera como alguien interesada, yo era feliz solo compartiendo con el.
Pero como todo sueño hermoso, tiene que acabar.
El mío llego a su fin en 48 horas.
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-¿Estas segura que tienes que irte? – pregunto Mikey mientras desayunábamos por ultima ves juntos- Podrías quedarte un poco mas..
-Mikey...-Lo llamo mientras le daba de comer un pedazo de pastel para animarlo- Tengo que volver a trabajar no puedo quedarme eternamente, tengo una vida en Tokyo y no puedo dejarla...-
-No quiero que te vayas-
-Tampoco quiero irme, pero nos volveremos a ver ¿no?- Pregunto tímidamente
