Capítulo 4

24 7 1
                                    

*Mil años más tarde* Perdonenme la vida 😔

*****

Era algo que nunca me hubiera imaginado. Un señor guapo saliendo de un clóset con mi dildo en su mano. 

"¿El gato te comió la lengua? Pregunté si buscabas esto." Le preguntó el hombre de traje a Rayan.

No podía hablar. Por una parte, Stefan no tenía porqué haber tocado sus cosas sin su permiso, aunque fuera por ayudarle. Pero por la otra... Rayan se llevó un dildo a una casa ajena, y eso no grita modales.

Maldita sea, ¿y ahora qué?

Al ver qué sí le comieron la lengua, Stefan se acerca, el miembro de silicona en mano, y se para frente a él. Lo apunta con el juguete, tan cerca que casi le toca los labios al herido. El corazón de Rayan latía a mil por hora, sin saber que pasaría después.

"Dime, ¿eres gay?" Le pregunto con ojos fríos.

Era la primera vez que le preguntaban tan directamente sobre su orientación sexual.

"Eh, bueno... sí, pero no..." Su pregunta lo tomó de sorpresa y no supo cómo contestar bien.

"¿Cómo? Explícate."

"S-soy bisexual! Osea que sí me gustan los hombres pero no todo el tiempo." Ahora solo estaba diciendo lo primero que se le venía a la mente.

Quitando la silicona rosada de la cara de Rayan, lo puso en las piernas del mencionado.

"¿Estás detrás de Ismael?" Ahora parecía que Stefan estaba listo para pelear si este decía algo mal.

"¿Perdón? No, ¡claro que no! ¿Crees que se fracturaría el pie solo por tratar de coquetear con alguien? ¡Jamás en mi vida había visto a Ismael antes de esto!" Hasta la pregunta ofende. Solo un loco podría hacer eso. Solo por tratar de conseguir ligue, no pondría su salud en riesgo.

Varios segundos de silencio pasaron, causando que a Rayan le entrarán nervios. Trató de esconderlo lo mejor que pudo, ya que no estaba mintiendo.

"Hmmm... Está bien. Te creeré." por fin le dice Stefan.

Soltando la respiración que no se dio cuenta que estaba aguantando, volvió a cortar el aire cuando el hombre que lo está cuestionando se acerca de la nada, colocando sus manos en cada reposabrazos de la silla de ruedas.

"Te advierto. No me toques, pero si te apartas de mi vista, no querrás ver lo que pasa." Están tan cerca que solo un movimiento en falso, y tocarían narices. Viéndolo a los ojos, Rayan no pudo más que mover la cabeza de arriba a abajo, con miedo de que si hablará, sus labios tocarían.

Retirándose de su espacio personal, Stefan parece satisfecho con su respuesta muda. Sin más que decir, dirige su mirada al dildo en el regazo de Rayan sin expresión alguna en su rostro. Dando la media vuelta, camina a la puerta y se marcha.

Sin poder procesar todo lo que estaba pasando, Rayan baja la maleta al suelo y se acuesta encima de la cama sobre las cobijas sin cambiarse, cómo si estuviera en modo automático. Maldiciendose, deseo haber dejado el maldito consolador en su casa antes de quedarse dormido.

***

Toc, toc, toc.

Abriendo los ojos, Rayan se despertó de golpe al escuchar que alguien llamaba a la puerta. Confundido, sus ojos miran a su alrededor, tratando de no asustarse al no reconocer la habitación. Recordando lo pasado de la noche anterior, Rayan hubiera preferido haber sido secuestrado que volver a ver a la persona que tuvo su juguete de silicón favorito en su mano. 

Elegir No Es Fácil Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon