Capítulo 4

33 3 0
                                    

Alexander Volks:

Mientras estamos en el avión de camino a México para reunirnos con la dichosa Reyna de una de las mafias más respetadas para acabar con un molesto hijo de papi.

Espero que esa mujer sea tan buena como dicen que es, solo hablan de lo respetada que es, no sé el porqué y eso me inquieta demasiado.

(En ruso)

- ¿Qué te pareció la exposición de arte de antier?- dice Sergio interrumpiendo mi pensamiento sobre la misteriosa jefa.

- Me gustó, aunque las pinturas y esculturas no son lo mío me parecieron muy interesantes, ¿Cómo se llaman los artistas?

- Hay muchos, pero las pinturas principales, las cuales ví como veías embobado, son de Fernanda Gutierrez.
Incluso ella hizo la exposición- dice mientras ve su computadora asombrado.

- ¿Qué ves que estás tan sorprendido?- digo mientras reviso mi teléfono.

- Nada importante, solo su biografía- dice con sus ojos fijos en la pantalla.

Está embobado viendo la computadora, y me sorprende, ya que el no ve fotos de mujeres ni nada por ese estilo, aún así no me interesa tanto ver esas imágenes; no me malinterpreten, me interesa el arte y su historia, pero no tengo tiempo de estar viendo pintoras por internet.

- Wow - dice Sergio abriendo sus ojos de repente.

- ¿Qué?- pregunto alzando una ceja.

- Es una profesional - dice con una muestra de emoción y sorpresa en su rostro - Ve esta pintura - dice mientras voltea su computadora en mi dirección.

Es una pintura verde, un retrato de un monte, lo interesante, son todos los tonos verdes que tiene la pintura, que hasta parece que son los colores de la imagen original, simplemente es una hermosa obra.

-¿Está a la venta?- pregunto serio, pues es una obra muy interesante y me encantaría tenerla en casa.

- Lastimosamente no- dice mientras busca información de la pintura en su teléfono.

- Ya me había emocionado- digo bromeando y haciendo un puchero.

Sergio ríe levemente y se levanta de su asiento, probablemente va a servirse un trago o para ir al baño.

Yo, en cambio, decido irme a dormir, pues a las once de la mañana es nuestra reunión, además que nos recibirán en su casa, por el tiempo que nos queramos quedar, lo cual me pareció extremadamente raro, pues ¿por qué nos invitarían a su casa? Supongo que lo sabremos mañana.

Mientras me levanto del asiento, Sergio va llegando.

- Sólo hay intentos de la obra a la venta, pero te conozco y se que solo querrás la  original- dice mientras de rasca la nuca.

- Pues me conoces bien amigo mío, no te preocupes por la pintura, me gustó pero no la necesito, aunque me encantaría tenerla en mis manos, y verás que la voy a lograr conseguir - digo sonriendo y el solo sonríe de vuelta.

Fernanda Gutierrez:

Estoy A-G-O-T-A-D-A ni siquiera se cómo explicarlo, aparte del trabajo del tráfico de drogas y armas, y unos tantos asesinatos a ladrones que quisieron verme la cara de estúpida y no pudieron,  estoy a punto de terminar mi maestra en filosofía y doctorado en economía, y hago ejercicio dos veces al día, bueno, dependiendo que tan bien sienta para le segunda vez, pero normalmente cuando estoy enojada voy, por lo que voy 24/7.

Mi papá dice que exagero con mi vida y las cosas que hago con ella, en cambio, a mi me parecen pocas.

Arreglé toda la casa, porque sí, también limpio y ayudo a mis empleados y empleadas, aunque ellos deberían ayudarme a mí, pero así soy y me encanta mi personalidad. Siempre ayudé a la gente, sin importar nada, siempre pensé que éramos iguales, aún si algunos trabajarán en lugares horrendos con asquerosas pagas, por eso les pago bien a mis empleados, o como me gusta llamarlos, "ayudantes", nunca me gustó menospreciar gente, en cambio los ayudo y apoyo hasta que logren salir adelante.

A cambio, solo pido lealtad y respeto, algo que no han cumplido varias personitas que trabajan para mí, así que mañana tengo lecciones que repartir.

Estoy tan cansada, apenas dos las diez de la noche y me estoy quedando dormida, lo cual tengo que evitar hasta que me ponga mi pijama, que flojera.

Me levanto gruñendo de la cama para ponerme mi pijama, lavarme los dientes, quitarme los accesorios que traiga y me lave la cara, cabe recalcar que ODIO el maquillaje, lo máximo que utilizo es rímel, y eso no pasa muy a menudo, las únicas veces que me maquillo es cuando tengo un evento demasiado importante y solo me rizo las pestañas y pongo máscara de pestañas. Literalmente he conocido a un montonal de presidentes y gente importante sin una pizca de maquillaje, amo mi piel, amo mi cara, amo mi cuerpo, literal me amo completamente. No uso maquillaje desde que mi papá pensó que tenía maquillaje y dijo que me había quedado muy bien el maquillaje, aunque no llevaba nada, desde ahí aprendí que la belleza es interna y que hay que aprender a aceptarla y quererla.

Regreso a mi cama y me tumbo sin pensarlo, y sin notarlo me quedo dormida muy rápido.

Amor Entre MafiasWhere stories live. Discover now