Capítulo 22(+18)

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Alexander Volks:

La forma en la que me miraba pidiendo más mientras frotaba su clítoris con mis dedos.

- ¿ Qué tiene?- dije mientras seguía jugando con sus pechos y su coño solo se humedecía más y más -¿No te gusta?

- Claro que sí - dijo jadeando mientras iba introduciendo mis dedos en su interior - Pero tus hombres nos van a oír.

- Que sepan que eres mía hermosa. Sólo mía.

Ella sonrió y abrió el cierre de mi pantalón para luego abrirle paso a mi pene apartando el boxer mientras lo acariciaba.

Se levantó para luego montar mi miembro mientras me tomaba de los hombros y la humedad se sentía.

Le daba fuerte mientras apretaba de vez en cuando su gran trasero y ella sólo gemía mi nombre entre jadeos.

Sus paredes comenzaron a dar pequeños espasmos, lo cuál me dijo que estaba por correrse, al igual que yo.

- Hermosa.... - dije entre jadeos - Me voy a correr.

- Yo también- dijo mientras gemía.

Nos corrimos juntos, mientras ella seguía gimiendo y yo apretando su trasero o jugaba con sus pechos.

Le dije por la ventanilla a mis hombres que me pasaran unos pañuelos y limpié todo, contándola a ella.

La limpié toda y me limpié también.

Todavía faltaba un largo trayecto hacia el aeropuerto y ella se quedó dormida en mi hombro mientras que yo acariciaba su rostro.

Cuando está durmiendo parece un angelito, aunque despierta es el mismísimo diablo.

Conmigo es tan natural.

Nunca lleva maquillaje, siempre se viste como quiere, odia los brasieres, siempre está cómoda, no aparenta ser nada. Siempre es ella misma.

Hoy en la casa antes de bañarnos ella se sentó para hacer pis, y ni siquiera le importó que yo estaba ahí.
Ninguna mujer, incluso de mis novias, había hecho eso conmigo a lado.

Pero se que ella es distinta, muy distinta.

Pasaron unos diez minutos y yo también me quedé dormido sobre su cabeza.

Hasta que desperté cuando ví como ya estábamos en el aeropuerto y la desperté.

-¿Ya llegamos?- dijo frotando sus preciosos ojos mientras bostezaba.

- Sí hermosa - dije mientras abría la puerta y la ayudaba a salir del auto - Ven, adentro podemos seguir durmiendo- ella sólo asintió mientras tomaba mi mano y bajaba del coche.

Estábamos caminando rumbo al jet y las miradas de mis hombres se posaron en ella.

Incluso como caminaba parecía adictivo, y no solo yo pensaba eso.

Cuando llegamos al avión ella se sentó y yo hice lo mismo junto a ella mientras que Rafael y Sergio estaban frente a nosotros.

Ella volvió a abrazarme y se volvió a quedar dormida.

-¿Está bien?- preguntó Sergio mientras la veía roncar.

- Sí - respondió Rafael también viéndola, prácticamente los tres estábamos viendola dormir - Le encanta dormir, y es raro que se quede dormida a pleno día. Debe de estar muy cansada y les tiene mucha confianza.

-¿A qué te refieres?- pregunté mientras acariciaba el cabello de Fer.

- A que probablemente tu polla la dejó sumamente cansada y que nos tiene confianza para quedarse dormida - dijo Sergio sonriendo y Rafael y yo hicimos lo mismo.

Amor Entre MafiasWhere stories live. Discover now