Capítulo 37

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Fernanda Gutierrez:

Me levanto por unos pequeños rayos de luz atravesando mi ventana y molestando mi retina.

Para luego levantar la mirada y encontrarme con el magnífico cuerpo de mi futuro esposo frente mío, desnudo caminado hacia el baño.

-¿Cómo dormiste hermosa? - dijo volteandose y dejando a plena vista su grande miembro.

- ¿En serio eso cabe en mí? - dije sorprendida con mis ojos puestos en tremenda anaconda - Digo.... Emmm, dormí bien cariño, gracias ¿Y tú?

- También bien preciosa - rió y me señaló para que me bañara con él - Báñate conmigo.

- Bueno - me levanté de la cama y comencé a caminar hacia el quitándome la camiseta gris dejando ver mis senos rebotando para después agacharme y quitarme las bragas - ¿Qué? - pregunté mientras Alex no dejaba de verme y babear.

- Nada, nada - rió y me tomó de la cintura para jalarme a él tocando sus costillas con mis pechos - ¿Te había dicho ya lo hermosa que eres?

- Demasiadas veces, pero nunca me cansaré - susurré acercándome a su oreja parándome de puntitas y morder levemente su lóbulo, a lo cual el tomó mi trasero y lo apretó con fuerza, logrando sacar un gemido de mi boca.

Para después cargarme tomando mis muslos y pegándome a él para después entrar a la ducha.

-¿Te sientes mejor preciosa?- preguntó mientras apoyaba mi barbilla y brazos en su hombro y el agua corría sobre nosotros .

- Sí cariño....Gracias.

-¿De qué hermosa?

Se separó un poco de mí, aún cargandome para verme a los ojos.

- Por siempre estar conmigo - besé sus carnosos labios y el me volvió a acercar para comenzar a besarme el cuello.

Bajé mi mano por su hombro para llegar a su pecho y comenzar a bajar por su fornido abdomen y tocar a la anaconda que trae como aparato reproductor, y empezar a masajearlo.

-¿Estás segura?- jadeó y me separó un poco de él.

- Sí...¿Tú no? - le respondí después de dejar de tocarlo por su pregunta a lo que el gruñó.

- No es eso hermosa, ¿Quieres esto?

- Más que nada en el mundo - susurré cerca de su oído para que el después sonriera lleno de lujuria.

- No se diga más.

Comenzamos a besarnos salvajemente y totalmente encendidos, para después ir frotando nuestros cuerpos lentamente mientras la pasión recorre nuestras venas.

-Alex...... - gemí al sentir su pene chocar con mi entrada.

- ¿Lista? - preguntó jadeando.

Asentí y suavemente comenzó a introducir su grande miembro en mi, hasta que entró completamente y fue subiendo poco a poco la velocidad hasta que fue constante y no paró.

Aún cargandome dió la vuelta para apoyarme en la fría pared y recargar su cabeza en mi hombro.

- Ahhh....- gemí al sentir su miembro frotando mis paredes mientras me sujeta de los muslos y besa mi cuello.

- Me voy a correr hermosa...- dijo entre gruñidos después de unos minutos.

- Yo.... también cariño....

Amor Entre MafiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora