enchanted ; bowuigi

01. ay, pobre toad

enchanted ; @-MAOMAO

♡ • Si alguna vez fuiste a un supermercado como Walmart, sea porque tus padres te obligaron o porque eres un adulto en crisis que tiene que salir sí o sí a comprar su comida o morirá, entonces entenderás mejor la hipérbole que usaré a continuación.
¿Recuerdas lo que se siente estar apretado como sardina, respirando un aire que contiene el aliento y los pedos de cada persona allí - e incluso de quienes ya no están- con cámaras vigilando cada paso que das y sin poder detener tus pasos a menos que realmente compres lo que tienes en la mano maldito pobre?
Bueno, si recuerdas todo eso entonces estuviste en la situación de Luigi.

Luigi era un hombre llegando a los 30 que ya se estaba rindiendo en la vida, había ido a comprar vistiendo pijama y pantuflas aún si no estaba ni cerca de su hora de dormir, y su único objetivo era hacer rendir 10 monedas para todo el mes después de haber destinado el resto de su salario a cuentas y alquiler.
Quién te diga que ser adulto es genial, te está mintiendo.

Como eran las seis de la tarde el supermercado estaba lleno - también porque era sábado - de toads con sus niños, y los escuincles cabeza de pomo estaban corriendo por todas partes enloquecidos.
"Dios, quién me manda a salir en la tarde" se quejó Luigi mientras tomaba una plancha de ravioles.
Siguió avanzando con su carrito apenas llenado y fue a por su cereal favorito del que quedaba la última caja, lo dejó en el carrito y se dirigió a pagar los siete artículos que alcanzaba a costear con su sueldo de plomero.
Sólo Luigi sería tan iluso de creer que con eso viviría todo el mes, pero él siempre vivía en una fantasía rpg.

Ya que Luigi tenía menos de diez artículos se pudo formar en la fila de diez artículos o menos, fila en la que sólo había solteros, adolescentes y ancianos, osea gente solitaria como Luigi.
El tiempo pasaba y Luigi seguía parado en el mismo lugar detrás de una toad toda ancianita que contaba las monedas de oro una por una, cosa que a Luigi no le molestaba - él era muy paciente - a diferencia de los demás en la fila que resoplaban, de esa forma él tenía más tiempo para charlar con su cerebro de cosas importantes como nunca podía hacerlo.

"Estás parado en una fila como menso esperando a que una anciana flatulenta pague sus hongos y ya se te salió la suela de la pantufla, pendejo."

Oh, ya recordaba porqué nunca lo hacía.