Call it fate ...

I'm sick of you and that's the way it is

De regreso a México Mikkel había quedado en pasar por mí, cuando le llame para saber en donde estaba, se escuchaba como si se acabara de despertar.
- Ya voy Hoy, estoy saliendo -. Dijo apresurado.

- Olvídalo ya estoy tomando un taxi.

No sé que más me quiso decir, colgué el teléfono. Durante el trayecto comencé a revisar las redes sociales de nuestros amigos para saber que había estado haciendo. Lo vi muy cerca de una chica en todas las fotos y encima dejó un comentario que se la había pasado increíble con él. No sabía quién era la chica, por un momento pensé en investigar todo sobre ella, marcarle a Paola para que me ayudara con eso y reclamarle a Mikkel, me llené de coraje, menos mal que era salida de chicos solamente. Pero pensé que era innecesario ese desgaste emocional en ese momento, lo que hubiera hecho, con quien lo hubiera hecho era irrelevante, esa relación a partir de ya, estaba muerta para mí.

Estaba harta de sus pretextos, de su falta de compromiso, era evidente que yo no estaba dentro de sus prioridades y encima, no respetarme tomándome fotos así con otra y quien sabe que más.

Después de la plática con Jules no estaba como para aguantar estupideces.

Se la pasó sonando todo el tiempo mi teléfono, no tenía ganas de hablar con nadie, llegué a casa, avisé a mamá y a Lilly que ya había llegado, apague el celular y me quedé dormida, tenia 45 min dormida cuando oí que el timbre no dejaba de sonar, baje colerizada por despertarme, era Mikkel.

- ¿Qué quieres? Necesito dormir -. Dije abriendo un poco la puerta.

El intentó pasarse y lo detuve.

- No, no, no, no. No tengo tiempo de discutir Mikkel necesito dormir.

- Duermo contigo Hon te prometo que no te voy a molestar, sólo quería estar contigo.

Tenía una cara de borracho, crudo, desvelado que no podía con ella.

- ¿Por qué no estabas ahí por mi? ¿Parrandeaste de lo lindo verdad?.

- ¡Ha! Lo mismo digo.

Me fastidió su respuesta, pensaba que había estado pasándomela bomba, no tenía ni la mínima preocupación por saber cómo me encontraba. Y sinceramente era algo que ya no me importaba. Lo quería lejos de mi vida.

- Mira, lo que hayas hecho me viene valiendo madre, no estuviste y con eso me basta, tus prioridades son otras y ya estoy cansada de eso. ¡Ok déjame dormir! ¡Adiós!.

Di un paso atrás para que pudiera salir y le señalé para que pasara a largarse de mi casa.

- ¡Hey Hon! No seas así, vamos a dormir juntos.

Reí sarcásticamente.

- ¿Dormir juntos? Jaja estás bien mal de la cabeza, tenías mucho sueño ¿No? Lárgate a tu casa a dormir.

- Pero yo quiero estar contigo -. Dijo intentando darme un abrazo.

- Mikkel de verdad no sabes cómo me estás desesperando, quiero estar sola, ¿Si entiendes eso?.

- Entiendo que estés enojada pero te lo voy a compensar, dame chance.

- Por lo visto no entiendes, pensaba decírtelo otro día pero para que alargar las cosas -. Dije volviendo a cerrar las ventanas para que la chismosa de mi vecina no escuchara, que de todas maneras no iba a entender comencé a hablar en inglés.

- Me acabo de dar cuenta... No nos veo futuro la verdad... Ya no quiero estar más contigo.

- ¿Qué? ¿Es broma cierto?-. Pregunto desconcertado. -¿Te noto triste, pero no es por mí verdad? ¿Pasó algo en NY? ¿Estas bien?.

- Ah ahora si te importa como estoy.

- Karla pues me reclamas y no te gusta que te la regresen. Pero ya ven aquí, cuéntame que te pasa.

Por unos segundos me dio ternura, era muy bueno en saberme leer y su manera de hablar siempre comprensivo me resultaba encantadora, pero no más, ya tenía perfectamente identificados mis problemas con él y ya había tomado una decisión.

- Me pasa que ya no te soporto Mikkel, todo el tiempo quedas mal conmigo y no hablo solo de hoy, lo sabes. Ni caso recordar todas las que me has hecho. No tenemos la misma forma de ver la vida, de hecho pensándolo bien, no creo que tengamos mucho en común y ya... Mejor de lejos.

- De que hablas, pero que te metieron en la cabeza, ¿Qué te pasó allá?.

- Esto no es de hoy Mikkel, tengo pensándolo mucho tiempo y lo de hoy fue la gota que derramó el vaso.

- ¿Me estás terminando por un día que me quedo dormido? Nos queremos mucho como para que las cosas terminen así Hon ya discúlpame.

- Por un día. Sonreí sarcásticamente. -Mira no tengo ganas de sacarte la lista de las cosas que me han desencantado de ti, ya Mikkel, fue bonito mientras duró, pero ya, lo que sentía por ti ya no lo siento más y no hay más remedio.

Mikkel se entristeció y me abrazó.

- Perdóname por todo, estoy de acuerdo la he cagado demasiado últimamente, te prometo ponerte primero que nada, eres muy importante para mí, no quiero perderte, dime qué tengo que hacer y dalo por hecho.

Me costó mucho trabajo dejarlo de abrazar, porque lo que más necesitaba en ese momento era el consuelo de alguien, me sentía tan triste. Pero no era la primera vez que escuchaba esas palabras, no era la primera vez que discutíamos por lo mismo, yo no lo iba a cambiar.

- No voy a cambiarte Mikkel, tú eres un tipazo pero no eres para mí y viceversa.

Me miro por un instante y con una cara de cólera preguntó.

- ¿Te acostaste con ese hijo de perra verdad?.

- ¿Qué? Jajaja. Te luciste Mikkel, qué imaginación la tuya. ¡Qué poco me conoces!.

- Que casualidad que regresas de estar con él y mágicamente me odias. ¿Qué carajos pasó con él en NY?.

- En primera no fui "con él" nada más, fui con mis amigas, en segunda, él está casado y en tercera ¿Quien carajos crees que soy? ¿Una zorra como con la que andabas ayer? El león cree que todos son de su condición. En buena onda Mikkel vete de aquí.

- ¿Ah entonces es eso? ¿Crees que te puse el cuerno ayer?.

Mi paciencia estaba agotada. Comencé a levantar la voz.

- ¡Lo que haya pasado ayer o no, NO ME INTERESA! ¿Ok? No voy a pasar toda la tarde discutiendo lo que ya fue. Ya no quiero estar contigo ¡¿Te queda claro?!.

- ¿No fue él, pero fue otro cierto? -. Preguntó haciéndose el inteligente.

Me hirvió la sangre de que me creyera una persona capaz de causar daño en un matrimonio y peor aún en mi propia relación, esa simplemente no era yo. ¿Tanto tiempo conmigo y pensando así de mí? Más bien se estaba evidenciando.

- ¡Piensa lo que quieras! ¡Bye!.
Abrí la puerta para que se marchara.

- Contéstame, ¿Me engañaste? -. Preguntó lleno de coraje y confusión.

- ¡Que no! NO SOY TÚ ¡Qué te largues! -. Grité empujándolo hacia afuera.

Moría de coraje con la vecina chismosa ahí afuera barriendo la calle, ¿Pero que no tendrá otra cosa que hacer? Pensé antes de azotarle la puerta en la cara a Mikkel.

Cerré con seguro y subí corriendo a mi cuarto a llorar hasta quedarme dormida.