ARABIAN NIGHTS • [KOOKNAM] AU

My only one

Sentia los rayos del sol quemar en su rostro, y despertó, le dolía mucho todo el cuerpo, demasiado. ¿Dónde estaba? No recordaba este lugar, estaba en una cama amplia, se levantó e intento apoyarse en las palmas de sus manos pero le ardió tremendamente, cuando las miro pudo ver qué las tenía vendadas y se veía un rastro de sangre a través de ellas.

Estaba solo, no había nadie y el día parecía bastante soleado, tenía miedo, así que se levantó rápidamente, habían matado a todo el harem del Rey pero a él no, eso podía significar que pensaban que él era el Omega del sultán y podrían querer torturarlo.

Se levantó viendo que también tenía vendas en los pies y recordó pisar algunas cosas rotas, seguro se había lastimado con eso.

Estaba en una habitación muy amplia e iluminada, tenía un estante con libros había una mesa bajita para comer, en la cama habían muchísimos cojines con formas redondas y por lo que pudo tocar de telas muy suaves y caras, las sábana se sentían igual, y no hablaría del colchón, seguro era de paja con plumas de ganso. Paredes decoradas con grandes murales y otras con cuadros hermosos, era un lujo esa habitación así que decidió huir.

En ese momento vio un espejo y noto que estaba completamente limpio y con unas túnicas nuevas, no transparentes como aquel tul blanco pero tenía unas prendas que solo podría usar el Omega sultán, bastante sugerente pero se veía elegante, sus cabellos estaban limpios y peinados en unas trenzas nuevamente típicas del Omega sultán. Sacándose esas ideas tontas de la cabeza continúo con lo suyo.

Camino sigilosamente hasta la puerta viendo que no había nadie al parecer habían vaciado el palacio, así que se fue directo a la que fue su habitación, necesitaba escapar pero quería llevar el bolsito su madre había mandado para él y algo de comida, posiblemente un libro y agua también.

Así que trato de apurarse pero era casi imposible porque sentía mucho dolor, con cada pisada sentía el tiron de las heridas. Al llegar no resistió más vio sus pies que sangraban, no sabía que día era, tenía hambre y empezó a ver manchas blancas.

Sintió la muerte recibiendolo y el estaba preparado para partir, al menos por fin vería a su alma ser libre del suplicio al que había sido sometido tantos años.

Perdió el conocimiento nuevamente.

🪔

Esta desesperado ¿Dónde pudo haberse metido su Omega? Lo encontraría así tuviera que poner de cabeza el palacio y el reino.

—Estaban a cargo de su cuidado ¿Dónde diablos estaban cuando escapó? ¿Donde está mi Omega?— preguntó a las betas que debían cuidar del Omega, de su Omega.

Las betas no respondieron, tenían miedo del nuevo sultan y estaban cabizbajas esperando lo peor. Ahí también estaban los guardias y encargados del antiguo harem.

—¿Donde está su habitación? ¿Dónde está la habitación de Namjoon? Llévame hacia ella— pidió a uno de los hombres que trabajaban en el harem.

—Señor, yo no recuerdo que existiera algún Namjoon— dijo el empleado tratando de recordar el nombre aquel del que no había oído.

—Talvez necesitas que te arranque los brazos, tal vez eso logrará hacer que recuerdes— advirtió y el hombre se arrodilló listo para ir suplicar por su vida.

—Señor, no recuerdo ningún namjoon pero hubo un muchacho que siempre se escondía, era un pequeño Omega cachorro en esos tiempos, le dieron una habitación al final del camino.

—Largo de aquí ineptos, haré las cosas por mi mismo y cuando regrese será mejor que se hayan largado de aquí si no quieren que los desaparezca con mis propias manos.