𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐄𝐘𝐄𝐒 ┇「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」

Buenas Noches, Sanashine

El miércoles Sana quedó con Tzuyu para estudiar sobre el trabajo en su casa. Tzuyu encontró la casa de Sana acogedora y cómoda, pero la diferencia de la decoración entre la habitación de la menor y los demás lugares de la casa era notable. Mientras la sala y la cocina tenían colores vivos como rojo y azul predominantes, su habitación era totalmente blanca. No había cuadros ni mínimas decoraciones. Todo lo que había tenía un uso predefinido.

Los muebles parecían extremadamente cómodos, pero era obvio porque Sana prefería la comodidad a la belleza. Las únicas cosas diferentes y con color, eran algunos LPs y uno que otro CD que estaban al lado de su computador. Tzuyu se sentó en el escritorio y Sana en una silla cercana, tomando un libro en braille comenzando a pasar los dedos hábiles por las hojas.

Tzuyu abrió su libro y dividía su atención mientras transfería algunas informaciones del libro a su cuaderno y veía la expresión sería y concentrada de Sana. La casa estaba completamente silenciosa, y con el tiempo eso comenzó a incomodarla. Ella dejó lo que estaba haciendo y tomó el iPod de Sana de un parlante que estaba cerca, puso el suyo en cambio y se recostó en su asiento.

Sana fue sorprendida cuando un golpe inundó su habitación, para después venir el sonido de una guitarra, acompañada de un bajo y una voz envolvente.

—¿Qué es eso, Tzuyu?

—Day6, una banda que me gusta. ¿La conoces?

Sana frunció el ceño esforzándose para saber si ya había escuchado alguna vez la canción.

—No.

—A mi hermano le gusta esta música. Cuando vivíamos juntos él me mostró la banda.

—Mira, no es un Jaco Vich, pero es muy bueno –Comentó la mayor dejando envolverse por las voces y balanceando su cabeza con el ritmo.

Su celular sonó y Tzuyu pausó la canción para que Sana pudiera hablar tranquila. Por el ringtone supo que era Chris.

—Hola, ¿Cómo que estás en la biblioteca, Chris?... –Su expresión fue seria— ¿Pero no ibas a hacer el trabajo con Felix? –Hizo una pausa— Sí... Ok, está bien. Sí, yo llamo... Beso, adiós –Respondió antes de cortar.—Mira, si nos cansamos, podemos ir a casa de Chris a nadar –Anunció Sana.

—Si seguimos interrumpiendo las horas del trabajo por el cine o la piscina, vamos a terminar sacando cero.

El teléfono de Sana volvió a sonar, pero ahora con la sinfonía de Bach que era para desconocidos. Ella frunció el ceño, Tzuyu reprimió una pequeña sonrisa, levantándose y lanzándose al lado de ella cuando atendió.

—¿Hola?

—Hola, ¿Vivaldi? –Dijo Tzuyu del otro lado de la línea, Sana sonrió y murmuró un 'idiota' antes de cortar la llamada.

—¿Para qué me llamaste? –Preguntó Sana direccionando la mirada hacia la menor.

—Quería saber cuál era mi ringtone en tu celular.