𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐄𝐘𝐄𝐒 ┇「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」

Tú Me Tienes, Sanashine

Tzuyu y Sana estaban acostadas, miraban el cielo. Tzuyu admiraba el contraste entre donde acababan las estrellas y comenzaban las luces de la ciudad. Sana tan solo apreciaba la presencia de Tzuyu y el movimiento lento de su pecho bajo su cabeza. Tzuyu había colocado su chaqueta en el suelo para ellas estar un poco cómodas, sin embargo, no sentía frío pues el cuerpo de Sana la mantenía caliente. Las palabras hacían eco en la cabeza de ambas. Ellas se amaban al fin de cuentas, y querían estar juntas.

— ¿Por qué estabas nerviosa? – Preguntó Sana suavemente.

Tzuyu acarició su brazo.

—Yo le conté a mi papá que me gustaba una chica y él no lo aceptó muy bien – Respondió ella.

Sana sonrió contra su pecho.

—Bueno para mí – Dijo la mayor.

— ¿En serio? ¿Estás feliz de que mi papá no me haya aceptado? – Preguntó Tzuyu confundida.

—No – Respondió Sana — Estoy feliz porque me buscaste y tuve la noche más perfecta de mi vida.

—Viéndolo de ese lado, también estoy feliz de que él haya actuado mal – Confesó Tzuyu con una pequeña sonrisa.

— ¿Qué haremos ahora? – Preguntó Sana.

— ¿Cómo así?

—Nos amamos. ¿Qué pasa después? Nunca pensé mucho además de la parte en la que realmente me quieres.

Tzuyu carcajeó, haciendo su cuerpo vibrar contra el de la menor.

—Voy a tener que platicar con mi papá. Intentaré evitarlo al máximo posible hasta crear buenos argumentos en mi cabeza – Explicó Tzuyu — Después conversaremos con tus papás y, si todo sale bien, nos oficializamos.

Sana se estremeció contra ella.

— ¿Qué pasó? ¿Tienes frío? – Preguntó Tzuyu.

—No, no – Sana suspiró — Eres muy "corajosa" al salir conmigo. Las personas no van a dejar de hablar sobre nosotras cuando lo sepan – Comentó ella.

—No me importa lo que las personas piensan, Sana. Ellos pueden afectarme de varias formas. Pero nunca me sentiré ofendida por amar a alguien como tú – Respondió Tzuyu abrazando a Sana.

La menor se impulsó hacia arriba en el intento de darle un beso, pero su boca se encontró con la nariz de Tzuyu. La coreana río cuando Sana hizo una careta.

—Aquí – Dijo ella, su respiración golpeando contra sus dedos.

Sana se inclinó una vez más, sus labios cerrándose contra los de Tzuyu. La lengua vino después para agregarle sabor a la danza de deseo y ritmo. Tzuyu tomó a Sana del cuello, la otra mano apoyada en su espalda. Todo el tiempo que ella pasó deseando tener el cuerpo de Sana contra el suyo liberándose en ese momento.