✧⁠ LA CRUELDAD DEL AMOR ✧⁠ Koko x inupi ♡ omegaverse ♡

✧⁠ Prólogo ✧⁠

Siendo amigos, aliados y algo más, koko e inupi vinieron la mayor parte de su vida unidos, pero por cosas del destino el final le llega a todos y este era su turno.

Después de todo el caos ocasionado en la guerra de las tres deidades, Kanto manji tenía que salir del radar y fresar más fuerte, sus principales ejecutivos se establaron en un viaje que les llevaría a ese destino.

- Siempre serás solo mío - cuestionó el pelinegro besando finamente la mejilla del rubio que amaba

-. Lo seré - respondió el ojiverde acariciando la mano sobre su mejilla.

Con un fino beso y lágrimas entre sus ojos, ambos se separaron, la noche estaba convirtiéndose en madrugada y el nuevo comienzo para ellos están por empezar, un destino donde estarían separados pero conservando aún el vínculo de ser del uno para el otro.

Con el tren partiendo frente a él, inupi guardo silencio, un nudo en su garganta se formó impidiéndole poder expresar lo que su corazón gritaba, por su parte koko aguardo en la puerta, no podía verle la cara, temia que si lo hacía podía arrepentirse y quedarse a su lado, no era mala idea, pero si sucedía sería un abismo para ambos.

Levemente solo giro su cabeza y sonrió mientras las puertas se cerraban, colocando su mano sobre la ventanilla y notando el saludo de despedida del rubio ambos se dijieron adiós.

Con la lluvia cayendo y el frío velando su cuerpo, inupi seguía en el andarte, solo miraba como los trenes pasaban una y otra vez, la gente subía y bajaba, pero ninguno era Koko, tal vez en su interior sentía la necesidad de irlo a buscar, otra parte se arrepentia de no haberlo detenido, pero su corazón dictaba que era lo correcto.

Ahora Koko seguiría el camino de la oscuridad, estaba a lado de personas que lo conducían al mal camino, estaba lleno de angustia, pero las palabras de koko le impulsaban a seguir adelante "No vallas por el mal camino" .

Ahora que estaba así la situación, inupi seguiría esas palabras, se encargaría de ser feliz y seguir esperando al pelinegro, pues esa fue su última promesa y su mayor condena.

Pues ahora veía como el tiempo pasaba y él sin poder hacer nada, solo estaba encerrado entre cuatro paredes húmedas y de poca ventilación sin saber que razón lo llevo a estar ahí.

A pesar de no saber cuánto tiempo pasaba  exactamente, podía saber que los años pasaban pues su pastel de cumpleaños y el de sus hijos nunca faltaba.

Lo que si sabía era que Hajime Kokonoi ya no era el mismo del que se había enamorado tiempo atrás, sino un mounstro que le arrebato su libertad pero aún con el privilegio de ser llamado "Amor".