✧⁠ Capítulo 3: Tiempo ✧⁠

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Mientras esperaba que el peliblanco regresara, Inupi se enfoco en seguir con su rutina y así despejar un poco su mente.

Siempre había soñado con tener una hermosa familia, estar casado con el hombre que amaba, tener varios hijos que corrieran por toda la casa la cual sería en un lugar lejano de la cuidad.

Pero ahora esos sueños no eran más que una fantasía, estaba encerrando en un ático, su secuestrador era el amor de su vida y ahora sus hijos crecerían en un lugar  donde estarían aislados de la sociedad.

-. Esto es una idiotez - Murmuraba estresado de tanto pensar en lo que se le venía en cima.

Como podía pensar en tener a sus hijos creciendo en un ambiente en el cual las cosas que desearan dependerían de su voluntad, ¿Cuánto tiempo lo podría soportar?, ¿Cómo podría explicarles?, ¿Koko los querría tener?, Todas esas preguntas invadian su mente, estaba cansado y fastidiado pero el saber que un pequeño ser crecía en su interior, ponía todo sobre la balanza.

-. Lamento llegar tarde, Mikey tardó mucho en la reunión - comentaba koko entrando a esa habitación.

Inupi cambio su expresión y sonrió levemente -. Bienvenido, ¿Querés cenar algo? - dijo en un tono algo dulce pero triste a la vez.

Koko sonrió ante esa amabilidad que aunque era falsa, era feliz de solo tenerlo consigo -. No gracias, cene hace rato -

El rubio suspiro bajando la mirada, si lo iba a decir ese era el mejor momento -. Voy a necesitar salir de aquí -

-. Ay vaz de nuevo, sabes que no lo permitiría - continuo koko algo fastidiado por tener esa expresión.

Inupi se giro y mostró exaltación -. NO ES UNA OPCIÓN, ES UNA PRIORIDAD HAJIME!! -

Koko se puso de pie acercandose y tomando del brazo al rubio ejerciendo algo de fuerza la cual no fue medida  -. ¿QUÉ ES TAN URGENTE?! -

Sentir el dolor de su mano pensó en doblegarse pero al ver la prueba de embarazo se armó de valor y se soltó rápidamente -. TU HIJO!! -

Al decir eso inupi colapso tomando asiento mientras lloraba sin consuelo, mientras que Koko se quedaba en silencio y perplejo, el impacto por la noticia fue tan grande que no supo cómo reaccionar.

Pero ver al rubio sufrir le dejo todo claro, siempre supo los sueños de inupi, pero también sabía que no era nada lógico permitir ese nacimiento -. No lo tendrás -

Escuchar esas tres palabras, que en el tono del peliblanco sonaban tan simples, inupi se puso de pie -. Esa no es una opción -

Koko solo levanto la mirada atónito ante esa respuesta -. Claro que es una opción, no tendremos un hijo! - menciono comenzando a exaltarse, pero antes de poder continuar inupi se acercó tomando asiento en el suelo y haciendo una reverencia -. Lo quiero tener, no soy un asesino - mencionaba en un llanto desconsolable.

-. Esta bien - menciono koko estando en el suelo de igual forma -. Pero aún así no saldrás ni él o ella lo hará, será una condena y lo sabes - dijo besando finamente la frente del rubio para después salir de ahí.

Inupi asintio, tal vez estaba siendo caprichoso pero jamás atentaría contra la vida de un ser y mucho menos si era algo que venía de un viejo amor que tenía.

Sin darse cuenta el tiempo comenzó a pasar, koko redujo sus visitas a solo una vez cada semana o cada dos semanas, estaba en contra de ese embarazo y no soportaba ver a Inupi en ese estado, pero tampoco era tan inhumano como para arrebatarle la única  felicidad que tenía.

Durante su embarazo trato de alimentarse lo mejor posible, aunque eso fue un reto, sus únicos alientos eran enlatados o alimentos cocidos, pero aún así se esforzaba, realizaba pequeños ejercicios de estiramiento y prenatales.

Leía diferentes artículos sobre el parto ya que daría a luz en ese mismo lugar y lo más seguro es que estaría solo, pero lo que más le preocupaba era lo que sucedería después del parto, a diferencia de las mujeres, los omegas eran muy delicados, un mal cuidado y podía pasar desde quedar estériles, con un daño interno o incluso la muerte.

En sus días más tranquilos se dedicaba a tejer diferentes atuendos para su pequeño hijo o hija, así como preparar un pequeño espacio el cual usaría como su pequeña habitación.

Aunque tuviera mucha de emoción por su próximo hijo, el tener que estarlo pasando encerrado y lejos de koko le desanimaba, había ocasiones en las que pensaba en como hubiera sido su vida si hubiera seguido adelante, si hubiera seguido los consejos de sus amigos -. No tiene caso pensar eso - decía limpiando sus lágrimas y notando como su vientre ya decía la fecha máxima, estaba a poco de poder dar a luz.

Por su parte koko se la pasaba trabajando o eso planeaba hacer, pero cierta distracción pelirrosa se lo impidia -. Vamos a mi casa hoy - decía Sanzu entrando a la oficina del peliblanco.

Este sonrió y alejo su silla del borde de su escritorio -. No, tengo mucho trabajo - Al escuchar eso Sanzu sonrió cerrando con seguro su oficina y después pasarse a lado del peliblanco -. Vamos, puedes hacer un tiempo para mí, como lo haces con el rubio aquel - mencionaba dejando suaves besos en el cuello del peliblanco.

Koko sonrió y tomo a Sanzu entre sus brazos uniendo en besos fuertes y bruscos que causaban un rubor en ambos -. No me digas que estás celoso - mencionaba entre pequeñas pausas.

-. No, se lo que valgo, él no te satisface como yo - comentaba mostrando la exitacion de koko quien comenzó a dejarse llevar y haciendo suyo al pelirrosa.

Tal vez su relación era muy reciente y muy opuesta, pero Sanzu sabía perfectamente como hacerlo sentir bien y olvidarse un poco de la frustración que tenía, así como era su confidente ante el secuestro de inupi.

Por otro lado inupi estaba terminando de limpiar su pequeño espacio que usaba como cocina cuando un ligero dolor pro debajo de su vientre llamo su atención.

Al sentir como la intensidad de este crecía, noto que la hora del parto había llegado, caminado lentamente noto como comenzaba a romperse su fuente, no tardó mucho tiempo para ponerse nervioso por lo que se acercó a la puerta y golpeando con fuerza comenzó a gritar -. KOKO! KOKO! AYÚDAME! - decía soportando cada vez menos el dolor.

Al pasar unos minutos y comprender que estaba solo y sin ayuda, comenzó a moverse lentamente hasta el rincón que había preparado, un pequeño espacio con agua, toallas, al llegar se sentó en el suelo y tomo el libro de "Consejos de embarazo" el cual abrió en el capítulo del parto.

Sufriendo el dolor más inmenso en su vida, fue abriendo sus piernas y comenzó a pujar mientras introducia sus manos tratando de tocar al niño que estaba coronando, mientras pujaba con fuerza, sangraba y  lloraba logro dar a luz -. Oh.. era..eres una niña - decía cansado y abrazando fuertemente a la bebé.

Pasando un poco de tiempo la limpio al igual que él, estaba cansado por lo que rápidamente cayó en sueño mientras dormía a su hija entre sus brazos.

Mientras tanto koko terminaba su acto con Sanzu quien odiaba ser solo un remplazo para todos -. Cuando lo dejaras, digo no lo necesitas, me tienes a mi - decía abrochando su camisa.

Koko río y se acercó besando nuevamente al pelirrosa -. Jamás, él es el amor de mi vida y es solo mío - respondió para después irse y dejar al pelirrosa aun lado.

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Creo que ya saben a dónde va la historia

Nos vemos a la siguiente actualización y perdon las faltas de ortografía.

✧⁠ LA CRUELDAD DEL AMOR ✧⁠ Koko x inupi ♡ omegaverse ♡Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang