BESO MORTAL

Capitulo Final

Los tres juntos, como antes. Pero esta vez tomé la decisión correcta.

~Jungkook

Jungkook horriblemente herido.

—Estúpido, estúpido chucho. ¿Aún no lo has descubierto? ¿Fue una pista el no convertirme en polvo? No soy como los otros vampiros.

El hombre lobo en realidad gimoteó. Sacó sus garras del pecho de Jungkook.

Jungkook se puso de pie. —Soy Jungkook, traidor de Jesús y creado por Lucifer. Soy el primero, el vampiro original. ¡No puedo ser destruido! ¿Y te atreves a acercarte a lo que es mío?

Jungkook le dio un revés al hombre lobo y lo lanzó al otro lado de la habitación. Golpeó la pared, dejando una abolladura considerable. Con un aullido asustado, se puso de pie, con la cabeza mirando de izquierda y derecha, buscando un escape.

Ya no le interesaba matar, corrió hacia la ventana más cercana.

Se puso delante de ella, echó el puño hacia atrás y golpeó el pecho del hombre lobo. Salió por el otro lado, sosteniendo el corazón del hombre lobo. Jungkook tiró la mano hacia atrás, dejando que el órgano que aún latía cayera al suelo. Lo aplastó bajo los pies mientras el hombre lobo se desplomaba a los pies de Jungkook, muerto.

El cuerpo se transformó lentamente en un hombre desnudo, que Jungkook no reconoció. ¿Había atacado a Jin por su odio hacia Jungkook? Si es así, Jungkook no tenía ni idea de lo que había hecho para merecer tal odio. ¿Podría haber sido todo esto un ataque al azar? Aunque no lo parecía.

Jin sollozó, y Jungkook maldijo larga y amargamente en su mente. No importaba por qué el lobo había atacado a Jin ahora. Estaba muerto, y eso era todo lo que importaba. Jungkook se puso al lado de Jin, sin preocuparse por mostrar sus poderes de vampiro.

—¿Jungkook? —Preguntó Jin—. ¿Eres ese tipo de la Biblia? ¿El que vendió a Cristo por treinta piezas de plata?

—Sí, cariño. Yo soy él. —Jungkook se arrodilló ante Jin. Esto no era lo que Jungkook quería. Este era el miedo que normalmente anhelaba, y todo lo que quería hacer era consolar a Jin, calmarlo y asegurarle que todo estaba bien. Aún no había decidido qué hacer, y ahora no tenía otra opción. Jin se estaba muriendo.

—¿Cariño? ¿Me amas?

Jungkook se paralizó. ¿Cuándo ocurrió eso? ¿Cómo había sucedido? —Yo... lo hago. Te amo.

—¿Me quieres de verdad? Oh wow, oh, eso es realmente... —Jin se esforzó en los brazos de Jungkook. La sangre goteaba de su boca—. Creo que me estoy muriendo. No quiero morir, Jungkook.

Jungkook asintió. Podía oler a la muerte acercándose.

—No sé qué es más extraño. Morir, o hacerlo en los brazos de Judas. No... no hace mucho tiempo. Lo siento, Jungkook. Creo que... creo que yo también te amaba.

Le rompió su corazón de no muerto el que Jin estuviera hablando en tiempo pasado.

Los escalofríos se apoderaron del cuerpo de Jin. —Tan frío. Dile a Jimin... dile a Jimin que sea bueno, ¿vale?

—Jin. No puedo perderte. Por favor, por favor Jin, lucha. ¡No me dejes! —Lloró desesperadamente.

—Entonces cámbiame. Puedes, ¿verdad?

Jungkook cerró los ojos.

—Que Dios me ayude. Jin, amor, no puedo condenarte a este infierno sin vida. Perderás tu alma. No puedo hacerte eso. —Jungkook abrió los ojos—. No puedo convertirte en un monstruo, un cuerpo no muerto que mata para sobrevivir. Perdóname. Te amo, y por eso, no haré esto.