The cherry on the cake

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"Me dolía tanto la cabeza, sentía que la garganta me ardía y mis piernas, era como si me hubiera caído un bloque enorme de ladrillos en todo el cuerpo"

La rubia parpadeo suavemente, observó todo a su alrededor, no estaba en la habitación que compartía con su roomie. Se levantó con un poco de dificultad y así fue como se dio cuenta que sus demás compañeros se encontraban durmiendo en el suelo, Enid cobró un poco la consciencia y recordó aquella fiesta que termino por salirse de control.

— Que bueno que ya despertaste. —respondió la pelinegra.

— Willa oh dios, ¡¡¿Sabes qué hice anoche?!! —la rubia se sentía avergonzada de tan solo pensar que su roomie había visto todo lo de anoche— porfavor dime que no cometí una estupidez.

— Solo bebiste, bebiste y bebiste. —la Addams observó a su roomie con detenimiento— y parece que alguien vómito en tu camisa.

— ¡QUITAMELO QUITAMELO! —Enid con desesperación intentó buscar una toalla para poder limpiar aquella mancha.

— Ni creas que voy a limpiar eso.  —Wednesday termino por sacarse la polera— quítate la camisa.

— No crees que es muy rápido...

— ¿Qué cosa?

— Tu sabes...

— No te entiendo, te estoy pidiendo que te quites la camisa para que te puedas abrigar con mi polera.

— Ow... ya entiendo.

— ¿Pero en qué estabas pensando?

— ¡Nada nada!

— "Eres una mal pensada" —pensó Wednesday, tal vez era lo "normal" en una adolescente.

La rubia se acomodo la polera aún sintiéndose avergonzada por lo que había pensando, su mente le estaba jugando sucio.

— ¿Cómo te sientes? —preguntó Wednesday con un tono algo dulce.

— Me duele la cabeza y un poco la garganta.

— Necesitas tomar algo caliente y descansar.

— Pero hoy tenemos clases, no puedo faltar. —Enid hizo un puchero— y tu también debes ir.

— Ya perdí la primera clase. —suspiró la pelinegra— pero no importa, puedo alcanzar las demás.

Yoko se despertó al escuchar la plática que tenían sus compañeras.

— ¿Pueden dejar de hablar? Quiero dormir.

— Yoko levántate, ¡Hoy tenemos clases y ya perdimos una! —gritó la rubia.

— Enid, tu no irás, vas a quedarte en cama, al menos hasta que se te pase la resaca.

— Pero yo estoy bie- la rubia salió corriendo del cobertizo para empezar a vomitar en el césped.

— Dios, si que le ha chocado. —Yoko se acomodo los lentes.

— Bueno, no esta acostumbrada al parecer. —Xavier se había levantado y ahora observaba como su cobertizo se encontraba en un estado deplorable, las paredes sucias, botellas tiradas en la mesa, vasitos en el suelo y su cara estaba melosa— que asco, necesito darme un baño.

— Me duele hasta el alma, ¿Y por qué mi cara esta pegajosa? —Bianca intentaba limpiarse con la manga de su sudadera.

— Creo que tuvimos una guerra de comida...

— Ya veo, esto es vergonzoso, mira como estamos, mira como quedo el cobertizo.

— Puedo limpiarlo, eso creo. —respondió Xavier con un tono serio.

Everlong - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora