Octubre 1995: 2

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Hola!!
Espero que os haya gustado el primer capítulo 🤭

Durante estas semanas publicaré un capitulo todos los jueves hasta nuevo aviso. Así que vais a tener Un Nuevo Camino todas las semanas ☺️🩵

En mi instagram @tinabookks tendréis cualquier actualización o contenido de la historia 🌷

ALEX

Los primeros días fueron un caos. Tuve que ponerme al día con las tareas de John. Reuniones, visitas, nuevos clientes, cerrar ventas... Tenía aproximadamente el doble de trabajo que yo por lo que no paraba quieto. Ahora debía encargarme de mis tareas y las suyas. Me pasaba todo el día en la oficina y llegaba a casa justo para cenar con Sophie.

—Lo siento —me disculpé una noche en la que había llegado muy tarde a la cena.

—Lo entiendo —la sonrisa que me ofreció no llegó a sus bonitos ojos castaños. Se fue a su cuarto y no volví a saber nada de ella hasta el día siguiente. Ella lo entendía, por pero no le hacía una pizca de gracia que su hermano no tuviera más vida que su trabajo.

Iba a reuniones con promotores que buscaban terrenos para edificar y nosotros les ofrecemos esos terrenos que ellos necesitaban. Nunca había hecho nada parecido. Hacía tiempo John me llevó a una de estas reuniones, pero no le di importancia y me lo tomé como una excursión fuera de la oficina. Me lo tendría que haber tomado en serio porque ahora no andaría como un pollo sin cabeza.

También tenía citas con gente que quería comprar o vender su casa. Eso lo había hecho cientos de veces, pero el problema era la cantidad de citas que tenía. Eran mis clientes y los clientes de John. Algunas las tuve que aplazar para poder hacerlas todas, a la gente no le gustó. A veces Hunter me ayudaba con las citas, pero no era suficiente. Entregábamos llaves a nuevos inquilinos, hacíamos visitas de las casas, llegaban más y más nuevos clientes... No podía más y solo había pasado una mísera semana.

Eran las cinco y media cuando salí de la oficina. Hoy tenía la entrega de unas llaves en mi propio portal. La nueva inquilina se iba a mudar al apartamento que se encontraba enfrente del nuestro. John era el que iba a entregarle las llaves al ser su clienta. Persona que, por cierto, no había visto jamás. Normalmente la gente se acercaba a la oficina para hablar con nosotros, pero el proceso de encontrar una casa para esa mujer había sido por teléfono. No habíamos hecho nunca un negocio de esa forma. En ese aspecto se puede decir que éramos algo antiguos.

Primero pasé por casa para darme una ducha rápida y ponerme cómodo. El traje, mi uniforme, lo odiaba. Ni me gustaba ni me parecía cómodo, pero en mi profesión era indispensable tener una presencia seria y limpia. Justo lo que otorgaba un traje.

Molly, como se llamaba la nueva inquilina, había sido citada a las seis y media en el portal así que bajé cinco minutos antes. Siempre había pensado que la puntualidad era símbolo de educación y una cosa que mis padres me habían enseñado era a ser un tipo educado. Por eso siempre llegaba cinco minutos antes a los sitios. Incluso al trabajo.

Diez minutos.

Entendía que no todo el mundo fuera tan puntual como yo.

Veinte minutos.

Pero me estaba empezando a impacientar.

Cuarenta minutos.

Mi hermana me estaba esperando para cenar, joder.

Un Nuevo CaminoWhere stories live. Discover now