7- Travesuras

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Asentí con una sonrisa nunca había sido de las chicas que se cortan en decir lo que piensan mi mamá siempre me había dicho que cuando quisiera algo dejara el miedo a un lado y el arrepentimiento para el después. Y eso hice, pero Grabiel paso de la sorpresa a burlarse de mí a carcajadas mientras se agarraba de su estómago.

______¿ Qué es tan gracioso?_____ la figura de Chaveli en el garaje interrumpió su diversión y se quedó con la risa a medias. Ella nos miro a ambos con la ceja alzada esperando que alguno de los dos dijera algo pero en ese momento justo no se me ocurría nada. Suerte que Gabriel reaccionó más rápido.

______Aqui ya sabes, Amaya contándome un chiste_____ nada más soltó eso lo mire con mala cara.

_____¿ En serio? ¿ Amaya y chiste en una misma oración?___ está vez fue el turno de mi amiga de reír. Ella bien sabía que yo tenía un humor negro pintado con drama.

______Como sea, vámonos que después tengo una fiesta más tarde con mis amigos____ declaró Gabriel y Chabeli sonrió como una niña que le acababan de dar un caramelo.

______ Sí nos llevas no le diré a mamá que has estado fumando marihuana en todo el verano___ amenazó mi amiga y casi me atragantó con mi saliva ante la revelación tan repentina.

____No te atreverías_____

______Yo creo que sí_____ mi amiga rebuscó en su móvil enseñándole una foto de él fumando en su habitación.

_______¡ Borra la maldita foto!_____ Gabriel intento arrebatarle el móvil pero mi amiga se dobló riendo mientras lo escondía.

______Chicos____ susurré suplicante con miedo que saliera la señora García y los encontrará así. Intenté acercarme y separar a Gabriel de mi amiga pero terminé llevándome un codazo en el abdomen en el proceso mientras ambos hermanos reñian.

Por suerte su madre apareció con voz enfadada y manos en la cintura.

______¡ Por Dios! No puedo creer lo que estoy viendo. ¿ No les da pena?___ la señora me señaló y mi amiga susurro un lo siento hacia mí. Mientras Gabriel sólo gruñía dirigiéndose al auto para sacarlo del garaje e indicarnos que subieramos.

Me despedí de la mamá de mi amiga quien me susurró que cualquier cosa le diera las quejas y me monte en el asiento de al lado de Gabriel que se encontraba al volante. Y luego Chaveli se montó en la parte trasera. Arrancamos ante la atenta mirada de la señora García en silencio. Miré hacia ambos hermanos y estaban serios, predominando un ambiente de completa tensión por lo que prendí la reproductora y justo está sonando en la radio una canción pegajosa de rock que empecé a cantar en voz alta moviendo mis manos. Chaveli me siguió y pronto el hermano de mi amiga sonrió ante nuestros tontos intentos de llegar a la nota del estribillo.

Siempre era así ambos hermanos se lanzaban los trastes desde pequeños y luego hacían las pases como si nada.

En treinta minutos ya estábamos en el centro comercial. Gabriel nos dejó ahí tomando un rumbo diferente y diciendo que nos recogería a las cuatro.

A penas eran las diez de la mañana, teníamos todo el día por delante. Decidimos ir primero a la peluquería necesitando un cambio de look urgente. Según Chaveli deberíamos dejar atrás la imagen de niñas de primero de Instituto, asentí porque igual me sentía distinta. Ahora entendía lo que decía Victoria sobre el momento correcto de cambiar, quizás esté era el momento, me sentía segura de mi misma y tenía otros pensamientos. Era justo que también lo reflejara en mi imagen. Nunca me había hecho nada en el cabello y tampoco hija con una idea fija en mente. Aunque la mirada que me dió el peluquero casi me dió miedo y me hizo arrepentirme, sobre todo cuando ví que después de colocarme un paño sacaba unas enormes tijeras, casi quise abrazarme a mi cabello virgen. Pero luego entre risas y cafés el tiempo se fue volando. Y cuando el hombre termino y pudo mirarme al fin al espejo no pude evitar sentirme sorprendida.

 Y cuando el hombre termino y pudo mirarme al fin al espejo no pude evitar sentirme sorprendida

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¿En serio esa era yo?

Mi cabello caía completamente en un corte moderno, lleno de luces que bordeaban mi rostro dándole luminosidad. Parecía las chicas esas de revistas. No podía parar de acariciarlo, apreciando la textura suave que acariciaba mis dedos.

______Me encanta_____ declaré agradeciéndole al peluquero que se encontraba detrás de mirándome con ojos de adoración.

_____¡ OMG, qué le hiciste a mi amiga!____ chillo Chaveli viniendo hacia mí a tocar mi cabello. El de ella también lucía hermoso, pero no había hecho un cambio tan radical como el mío.

_____¿ Crees qué me exedi?____ pregunté con miedo al pensar en mi mamá y en lo que diría al ver que corte mi cabello.

______Para nada. ¡ Eres jóven amiga! tienes que disfrutar la vida.

Asentí de acuerdo y pasamos a pintarnos las uñas y luego para un masaje. Cuando salimos del lugar me sentía completamente renovada y con un espíritu nuevo. Ya podíamos ir de compras. Primero que todo entramos a una tienda de lencería y sintiéndome coqueta por primera vez tome conjuntos de encaje que nunca había probado, ilos de todo tipo, adiós a las bragas de algodón de niña. Chaveli me apoyó en mi nueva filosofía imitandome. Yo fui la primera en irme al probador con tres conjuntos. Uno era negro completamente y la parte de abajo a penas era una tela diminuta que cuando me lo puse me hizo sentir sexy y caliente. Antes cuando venía a estas tiendas con mi hermana no entendía como se podía comprar estas cosas y justo ahora mirando mi reflejo en el espejo tuve todas las respuestas.

Decidí ir más lejos sacando mi móvil y posando ante la cámara, tomé tres selfies admirando la forma de mi cuerpo y sintiéndome una modelo. Y la cuarta quise hacerla más erótica quedando solo con la parte de abajo y cubriendo mis pechos con ambas manos.

Sonreí traviesa y pensé en Gabriel y en Levi en ese instante. Por lo que sin pensarlo teniendo el número del primero le mandé la cuarta foto por el chat de wasap.

Cuando quise borrarla arrepintiendome por lo que había hecho ya era demasiado tarde pues salía las dos palomitas azules de que ya lo había visto y me estaba escribiendo

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Cuando quise borrarla arrepintiendome por lo que había hecho ya era demasiado tarde pues salía las dos palomitas azules de que ya lo había visto y me estaba escribiendo.

¡ Joder!

¿ Y ahora que hago?

Me mordí las uñas nerviosas y solté el teléfono como si el aparato tuviera lepra.

Entonces sonó mi canción favorita que anunciaba la entrada de una llamada. Al mirar salía el nombre grande de Gabriel en la pantalla. Decidí contestarle al ver la insistencia.

______ Ame la foto_____ su voz ronca me hizo estremecer.

Dejándome muda.

Está noche sería una bastante larga y más ahora que si deseaba ir a esa fiesta.

"Deseos Prohibidos" Where stories live. Discover now