Capitulo 69

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Betty negó, mirándolo. —O podrías quedarte un rato, Juggie—

Jughead la miró con una ceja alzada. —¿Estás segura?—

—Jug...— Lo llamó Betty, en advertencia. —Deja de preguntar y entra, ven— Exigió, tomándolo de la mano.

En los últimos días, ambos en California con el niño, definitivamente no pasaban la noche juntos, ni bajo el mismo techo. Solo se juntaban también con Julian todo el día hasta el anochecer.

Pero ahora estaban los dos, solos y pronto bajo el mismo techo.

Betty lo tomó de la mano y lo hizo entrar a la casa, sin siquiera dejarlo hablar o quejarse, y los dos estaban ahora mismo bajo el mismo techo, solos.

—No vas a invitarme a tomar una botella de alcohol... ¿Verdad?— Preguntó Jughead, divertido, sentándose en un sofá de la sala.

Betty negó, sentándose frente a el. —No tengo buena historia con el alcohol—

—Ya lo creo. Una vez casi te ahogas, y en la última terminaste embarazada— Le recordó el, con diversión.

Betty sonrió, algo nostálgica. —Mi bebé... ¿Qué estará haciendo mi hermoso niño ahora mismo?—

—Esta dormido, Jellybean me acaba de informar— Aseguró Jughead, mostrando su celular. —El está feliz, y eso es lo importante. Pero... Necesito una respuesta tuya mi amor—

—¿Una respuesta mía?— Preguntó Betty, mirándolo con una ceja alzada. —¿A qué te refieres?—

Jughead tomó aire y se sentó al lado de ella, justo en dónde ella estaba; la miraba con una pureza y sinceridad en los ojos, que Betty no tardó en adivinar lo que el quería antes de que lo dijera.

—Te amo, te amo más que a mi vida, más que a mí mismo mi amor. Siento que no puedo estar ni un minuto más sin ti y sin mi hijo, por favor, perdón— Suplicó, posando una mano en su mejilla. —¿Me dejarías entrar en tu vida y en la de Julian nuevamente?—

Betty no dijo nada por un momento, y los dos solo se miraron, sin decir nada, y aunque Jughead esperaba una respuesta, la respuesta que recibió fue un beso, y no un beso cualquiera.

Fue un beso desesperado, pero al mismo tiempo un beso puro y sincero, lleno de sentimientos. Un beso del cual no se querían separar, hasta que el aire les faltó.

Pero aún después de separarse, no se perdió el contacto y el deseo los volvió a unir, ambos fundiéndose en un beso aún más desesperado y feroz que el anterior; Tanto que el calor de la situación llevó a Betty a sentarse a horcajadas sobre el, mientras el aún la besaba y bajaba sus manos a la cintura y el trasero de la ojiverde.

Seguían en ese ardiente beso, y el calor empezaba a subir a sus cerebros, corazones, y alborotar sus hormonas.

Se separaron cuando una vez más el aire abandonó sus pulmones, y se miraron con fuego y pasión en los ojos.

—¿Haremos lo que yo creo que haremos?— Preguntó Jughead, mirándola, acariciando sus labios, deseoso.

Betty asintió, dejando pequeños besos en el cuello del chico para volver a mirarlo. —¿Nos vamos a la habitación?—

Jughead asintió, y la cargó, poniéndose de pie con ella aún encima, con sus piernas enredadas en su cintura, y subieron lentamente las escaleras, sin parar de besarse.

Jughead la dejó sobre la cama y se posicionó encima de ella, mientras ella abría todavía más las piernas, o lo que su vestido le permitía.

Pronto, el se sentó sobre la cama con ella para empezar a desvestirla, empezó a quitarle el vestido y a dejarla en nada más que sus bragas, porque sostén no traía.

Y ella, le quitó la camisa, y ahí sus labios se volvieron a unir en un beso aún más caliente, que los llevó a ambos a la cama, casi sin ropa, uno encima del otro, y Jughead metió sus dedos entre la feminidad de la chica, haciendo que ella tirara hacia atrás su cabeza, soltando un gemido al momento en el que las maravillosas manos de Jughead empezaron a hacer movimientos circulares en su zona más sensible.

No tuvo que hacerle mucho para que se corriera, porque estaba exitada desde hace rato. Después de que ella se corrió, el se separó para quitarse los pantalones y colocar un condón en su gruesa y enorme erección, pero Betty lo detuvo.

—No, está bien, no vas a tener que usarlo—Negó ella, sonriéndole.

Jughead la miró, con una ceja alzada, y se le acercó. —¿Por qué? ¿Las pastillas?—

Betty bajó la mirada, jugando con sus dedos. —Estoy embarazada, de nuevo—

Jughead abrió los ojos como platos, atónito. —¿Perdón?—

—Estoy embarazada otra vez, Jug. No te dije nada antes, me enteré hace apenas dos días y tenía miedo de tu reacción— Confesó, sin mirarlo a los ojos. —Seguramente estás enojado—

—No amor, no— Negó, posando una mano en su mejilla. —No hay nada que desee más que tener otro bebé contigo. Esto es inesperado, pero yo no estoy enojado mi amor. ¿Tu que sientes?—

—Yo también quería darle un hermanito a Julian. No tan pronto y tampoco lo esperaba así, pero ahora que pasó... Es maravilloso— Admitió Betty, con una sonrisa.

Jughead sonrió y se posicionó encima de ella, sobre la cama, acercándose a su oído. —Hablaremos sobre el segundo bebé después. Ahora necesito que me ayudes con mi problema—

Betty sonrió con perversidad. —No puedo esperar para ayudarte con tu... Tremendo problema—

Esa fue la señal que él necesitó para entrar en ella y empezar a embestir como si de eso dependiera su vida; El arremetía contra ella con desesperación, agresividad, abriendo aún más sus piernas, causando que ella gimiera de tal manera que se oían como gritos.

Dulce melodía para los oídos de Jughead, quien solo se acercaba más a su liberación mientras sentía que se perdía en el interior caliente y resbaladizo de ella.

—Voy a... Voy a venirme, bebé... Te amo— Dijo Jughead, sin aire, dando sus últimas embestidas con fuerza.

—Ven conmigo Jug... También te amo... Dame más...— Pidió ella, entre profundos gemidos, aferrándose a su cabello y espalda.

Jughead dió un par de golpes más, para entonces correrse en su interior, y ella correrse también con el, con sus gemidos mezclados, llegando a un fuerte orgasmo.

Cayeron rendidos, en la cama, uno encima del otro, recuperando el aliento, pero entonces Betty se posicionó sobre Jughead, y lo besó.

—Hace un par de semanas que esto no pasaba. Fue increíble, te amo— Confesó ella, sonriéndole.

Jughead sonrió, acariciando su rostro. —Te amo, nena. Y juro por el bebé que viene en camino, que no voy a dejarte ir nunca mas. Ahora... ¿Otra ronda?—

—Claro que si— Afirmó Betty, empezando a saltar sobre el.













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Reconciliación Bughead, y nuevo bebé Bughead en camino 😍 denme nombres 🥺❤️

Pd; La novela está llegando a su fin, pero mañana empiezan las clases regulares 🥲👍


Samy ❤️

♡Amor de Verano♡ ▪Bughead▪ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora