Capitulo 1 👑⚽

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- ¿por que con ellos?.

A primera hora de la mañana Cristian estaba volviendo loco a todo un plantel, desde que se enteró de que la selección iba a jugar un amistoso con el Reino de Corea planteó varias veces su deseo de no ir.

El conflicto del cordobés no era por ideologías, políticas o religión. El problema era todo el maldito Protocolo que lo obligaron aprender.

No hay que mirar a los ojos a la familia real, la cabeza debe estar inclinada hacia abajo , sin apretón de manos prolongado, mantener la espalda recta y si es posible no hay que respirar.

¿A quién iban a conocer? ¿A Dios? Ni el papa se atrevió a tanto.

Las clases con la asesora de imagen que mando la embajada coreana comenzaba a primera hora del dia y al finalizar Cuti iba a llorarle a Scaloni para que lo dejara faltar a la siguiente. De más esta decir que lo único que recibió fue varias palmaditas en la cabeza como si fuera un cachorrito en busca de atención.

Ni siquiera Aimar , el hombre con una paciencia de oro y gran humanidad lo ayudo, al contrario lo ignoro repitiendo la misma frase "sin llorar Cuti, somos grandes"

En el vuelo el grupo del palo santo se entretuvo jugando a las cartas haciendo olvidar a Cuti las razones por el cual no quería viajar , luego se fueron sumando los demás chicos transformando un amistoso juego en un campeonato. Teniendo como único premio una copa improvisada con el mate de Messi.

Licha, Lautaro, Nahuel y Cristian apenas pasaron la primera fase , perdiendo vergonzosamente contra el cuarteto imparable Di maria, Dybala, Otamendi y Tagliafico. Triunfo que duró un pestañeo porque los elimino el equipo de Leo, Rodri y Lea. A pesar de la racha de estos últimos no pudieron contra el presidente de la AFA y el cuerpo técnico,tampoco lograron convencerlos de que le dieran la revancha.

Al pisar suelo coreano la guardia nacional los escoltó al hotel ubicado en Gangnam, la zona más exclusiva en Seúl.

Al repartir las habitaciones se encontraron con la noticia de que dormirían separados, había una suite para cada uno de ellos. Acostumbrados a estar amontonados todo el dia se sintieron un poco perdido.

- Los veo hasta en la sopa, no vayan a joder- los amenazó el capitán antes de desaparecer por el ascensor-.

-¿Qué dijo Leo?- Preguntó Julián dormido-.

- Que acomodemos los bolsos primero y luego le caemos a la habitación- respondió De Paul-.

En un mutuo acuerdo todos asintieron con la cabeza.

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La noche previa al partido asistieron a una cena en honor a los últimos campeones del mundo, en el palacio Gyeongbokgung.

Respetando el pedido de etiqueta usaron sus mejores trajes de gala, ocultando con parches los tatuajes que pudieran llegar ser incómodo a la vista del monarca.

A una distancia prudente que apenas permitía visualizar la cara del emperador le rindieron una reverencia y rápidamente fueron ubicados en pequeñas mesas individuales.

Cristian observó con desagrado cómo los trabajadores prácticamente se arrastraban al servir el banquete. Nadie podía hablar y ellos menos.

Fingiendo dolor de cabeza por el cambio de horario logró que Aimar le diera permiso para salir afuera a despejarse un rato. Claramente le recalcó lo importante de ser prudente y no meterse en quilombos innecesarios.

Bueno el que se haya perdido en los largos pasillos del Palacio no era culpa suya, un cartel con indicaciones no sería mala idea.

Dió tantas vueltas que terminó en un hermoso jardín tradicional, obviamente que no cualquiera tiene un lago artificial en el patio de su casa y un puente sacado de un cuento de hadas.

Llegando a la mitad del camino de madera se encontró con un joven apoyado en el barandal con medio cuerpo colgando a dirección del agua.

Bien él no hablaría con ese chico, pasaría caminando rápido ignorando su existencia o en dicho caso el supuesto cadáver.

- ¿Estás bién? - mordió su labio con bronca, las órdenes del cerebro siempre llegaban tarde o quizás su boca es muy ligera -.

El desconocido levantó la cabeza y clavó sus ojos rasgados en Cristián, regalándole una tímida sonrisa que no alcanzo a proyectarse en su mirada.

El chico se veía demasiado joven, un adolescente pensó el argentino.

- Anniong-haseyo (hola) - saludo dudoso al notar que el intruso estaba rompiendo unas cuantas reglas- chesong Jachiman...(lo siento pero...)

- no te esfuerces porque no entiendo un carajo.

- prohibido, prohibido -señaló con sus manos -.

- I'm lost (estoy perdido) - poniendo en práctica su pésimo inglés decidió confiar en lo aprendido - Can you help me? (Puede ayudarme?).

El coreano abrió y cerró la boca reiteradas veces, esto era nuevo sin embargó le gustó sentirse útil.

- ¡Yes! - respondió entusiasmado haciendo que Cristian se arrepienta en el acto ¿que posibilidad hay de encontrarse con un psicópata?-.

Ambos caminaron a la par mirándose de reojo por varios motivo, desconfianza y curiosidad.

Cada intento de mantener una conversación moría enseguida. El silencio que se instaló no era incómodo al contrario hacía más acogedor el paseo.

- ¿te gusta el fútbol?.

- ¿fútbol? Si, Ronaldo - confesó su ahora conocido sin nombre-.

- me estabas cayendo bien - sacudió la cabeza , era demasiado perfecto el muchacho para ser real -.

De un momento a otro la persona a su lado desapareció, obligando a Cristian a detenerse y buscarlo con cierta preocupación.

- ¿Prohibido? - susurró al encontrarlo escondido detrás de una columna. La teoría de que el tipo estaba loquito comenzó a cobrar fuerzas - ¡hey! What's up? (Oye que pasa?.

- kandá (me voy).

A los segundos el hombre corrió siendo perseguido por Romero, luego le pediría disculpas a los chicos por su repentina desaparición.

Escondiéndose en una de las tantas salas del palacio terminaron esa agitada carrera.

Sin entender el motivo de las risas dejaron caer sus cuerpos encima de una montaña de almohadones.

Al final la barrera del idioma no les impidió poder comunicarse , de una forma u otra lograron a través de las mímicas entenderse.

Este cambió de planes alegró mucho al argentino, se había salvado de pasar la tortura de los protocolos inútiles al menos por esta noche. Sacando el pequeño asunto de que se moría de hambre todo fue perfecto.

Lastimosamente la hora seguía su curso y el debía regresar con el grupo, así que antes de irse le anotó su número de celular. Rogando que el coreano sea un ciudadano de bien y no un loquito suelto.

-I've got to go (me tengo que ir). Fue un gusto conocerte

- annyeonghi jumuseyo (buenas noches).

Cristian ni se molestó en recordarle que apenas hablaba español, simplemente se alejó sin mirar atrás.

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Volvi con otra idea más esquizofrénica que la anterior .

"supuestamente sería un one-shot" nunca confíen

en mi palabra jaja.

Igual este sera el ultimo , ya que este finde regreso con la historia principal

"todo por una camiseta" al parecer ese cierre no fue muy acertado jaja.

El príncipe enamoradoWhere stories live. Discover now