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Al atardecer Jungkook se preparaba para eliminar a uno de sus enemigos en su propio juego, era la celebración del cumpleaños del patriarca de la familia Jung, por lo que se organizó una gran fiesta en el hotel más exclusivo de Seúl y claro que Jeon estaba invitado; el multimillonario más famoso de Corea no podía faltar en esa fiesta, los Jung debían guardar las apariencias ante la sociedad al igual que Jungkook.

Jungkook sabía que esa fiesta era una trampa para él, no era ni la primera ni sería la última en que uno de sus enemigos lo ponía en esa situación, el único pensamiento de Jungkook ante esas situaciones era que dos podían jugar el mismo juego, su ego e inmadurez le hacían poner su vida en riesgo constantemente por lo que perdía guardaespaldas rápidamente.

_ Jin avísale a Park que saldremos hoy en la noche.

_ Jungkook, voy por los trajes o le aviso al chico, tú decides.

_ ay... por qué no me obedeces nunca Jin.

_ lo hago, solo que no puedo con dos cosas a la vez. - sonrió haciéndole enfadar.

_ Jin...

_ sé que te mueres por verlo, es tal y como te gustan, porque no vas tú y le das la orden, sería una buena excusa para verlo más ahora, sé que te va a encantar hacerlo.

_ ¿qué quieres decir con eso?- preguntó entrecerrando los ojos.

_ voy por los trajes, para ti y para Park. - dijo saliendo rápidamente de la oficina.

Jin sonrió por la sorpresa que se llevaría Jungkook, hace unos minutos había pasado por la habitación de Jimin y él estaba, podría decirse que no presentable.

_ Porque tanta prisa amor.- preguntó NamJoon al verlo salir deprisa de la oficina de Jungkook.

_ cállate y ven conmigo necesito que me lleves a la tienda del señor Baek.

NamJoon era arrastrado fuera de la mansión, algo le decía que su esposo tramaba algo y era mejor no estar ahí porque el sufriría las consecuencias de sus travesuras; Jungkook camino rumbo a la casa del patio trasero donde sus guardias dormían y fue en busca de Jimin necesitaba decirle lo que harían esa noche.

Dos toques a su puerta y espero a que él le indicara pasar.

_pase.

al abrir la puerta Jimin se ejercitaba en ropa interior, la vista dejó a Jungkook con la boca abierta; al no escuchar hablar a su visitante se detuvo y se dio la vuelta tomando una pequeña toalla para secar el sudor de su rostro.

_ ¿se le ofrece algo señor Jeon? - preguntó Jimin y sonrió al verlo, él estaba acostumbrado a esa reacción y le gustaba jugar con la cordura de quienes caía en sus encantos.

_eh... ¿Qué iba a decir? – dijo con la mente en blanco viendo como el hermoso chico de ojos miel y labios abultados se acercaba a él.

_ ¿señor Jeon puedo ayudarle en algo? - dijo Jimin sonriendo al ver que no respondía.

_ tengo una fiesta esta noche y necesito que me acompañes. - dijo recorriendo con la mirada el diminuto interior de Jimin, luego su mirada se centró en sus labios y relamió los suyos conteniéndose.

_ ¿a qué hora es?, preguntó para estar listo para esa reunión. - dijo sintiendo las manos de Jungkook rodear su cintura, el acariciaba la zona totalmente concentrado en ella.

Jungkook lo había tomado sin darse cuenta, era como si sus manos se movieran a esa zona en automático, como si tuvieran mente propia, como si necesitaran posarse ahí.

_ señor Jeon, parece que no quedó claro que no doy esos servicios.

_ ¿que?, oh lo lamento, me disculpo y.. yo...

_ estaré listo para ir a esa reunión, solo dígame a qué hora es.

_ nueve treinta, saldremos de aquí a esa hora. - dijo dando media vuelta para después cerrar la puerta detrás de él, su corazón latía fuerte y tenía un fuerte sonrojo, había perdido el objetivo de ir a explicar su labor a Jimin, la olvido por completo.

Jimin sonrió y regresó a sus rutina de ejercicios, aunque había un gran gimnasio en la mansión, destinado para el entrenamiento del personal, Jimin no podía hacer uso de este porque Jin todavía no le había entregado sus credenciales de acceso, todo en la casa Jeon necesitaba uno para moverse dentro de la casa principal de esa manera controlaban quien iba a donde en la enorme mansión.

El único lugar de la propiedad donde no se necesitaban credenciales de acceso era la casa de la guardia, más tarde ese día llegó Jin a la habitación de Jimin, llamó a su puerta y Jimin le abrió la puerta; Jimin vestía un traje gris como todos los demás guardias que acompañarían a Jungkook a esa reunión.

_ Jimin, veo que ya estás vestido para la ocasión.

_ si, él señor Jeon quiere que lo acompañe a una reunión. – dijo terminando de acomodar su cabello.

_ perdóname, pero con ese traje no cariño, este es más adecuado a la ocasión. - dijo mostrándole un hermoso traje Dior de color negro.

_ ¿eso es para mí?

_ si, recuerda que siempre estarás a su lado por lo que debes verte muy bien a su lado.

_ comprendo. - dijo empezando a desvestirse.

_ mañana iremos de compras, Jeon va a fiestas seguido por lo que necesitarás mucha ropa.

_ pero no puedo pagarlo, solo esto debe ser costoso. - dijo admirándose al espejo con el traje puesto.

_ por eso no te preocupes, tú has bien tu trabajo y lo demás es por cuenta de Jeon, solo pondremos un poco de maquillaje.

_ ¿eso para qué?

_ te lo dije, estarás a su lado y debes lucir bien. - dijo poniendo un poco de maquillaje en su rostro.

Minutos después todos los guardias veía embobados a Jimin, guardando su distancia claro está, él ya había puesto límite con ellos y Jungkook también había prohibido que se le acercaran, Jimin era suyo y no quería que nadie fuera a tocarlo.

Jungkook estaba embelesado con él en ese momento, tomó su mano y le hizo subir al auto.

_ buen trabajo Jin.

_ que te digo, tengo talento. - dijo subiendo al auto con NamJoon al frente.

Jungkook miraba detenidamente a Jimin de pies a cabeza, estaba tentado a muchas cosas en ese momento, pero la mirada fulminante le detenía.

Bodyguard [KOOKMIN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora