CAPITULO CINCO

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CAPITULO 5: ¿Y SI NO LLEGO A TIEMPO?

Supongo que el trayecto de camino a el hospital lo único que hizo fue incrementar mi estabilidad. Me había contado los dedos de las manos 200 veces. Intentaba relajarme, pero realmente no podía lo único que cruzaba por mi cabeza eran los momentos que había vivido con mi padre.

¿Por qué demonios cuando nos llaman y nos dicen que un familiar está gravemente herida lo único que pensamos es en los recuerdos y no en el presente?

¿Por qué ser tan pesimistas y de inmediato pensar en lo que vivimos y no en lo que estamos por vivir?

Estaba intentando ser positiva, estaba intentando ser optimista y creer que mi padre realmente no había muerto antes de yo llegar

¿Pero, y si en realidad si estaba muerto?

¿Cómo podría decirle a mi madre esto?

Era una relación de doble via.

El amor que ambos sentían el 1 por el otro era algo casi imperfecto. Imperfecto, increíble, algo que no existía, algo que no se veía a diario.

Se conocieron años atrás y siempre habían estado juntos. La enfermedad de mi madre solamente hizo incrementar el estrés de mi padre.

Y no es que le eche la culpa a mi madre, la culpa se la ha descargo por completo al cáncer, este es el que ha hecho mi padre sufría un infarto.

Si antes había pensado que mi padre sin mamá se moriría, la verdad es que al ser una relación de doble vía y estoy segura que aplicaría por igual a mi madre.

Ella no podría sobrevivir sin él. Las fuerzas que ha estado intentando tener durante todo este proceso de las quimioterapias por la leucemia, estoy segura que si se llega a enterar que mi padre ha sufrido un infarto. Todas esas fuerzas se irían al traste.

Silencio absoluto en el autobús. No hablé con nadie, no podía decir ni media palabra, mi garganta estaba cerrada y mis ojos no paraban de derramar lagrimas.

Mi madre era mi mejor amiga y le había mentido, había tenido que hacerlo, ¿Porque cómo decirle que papá había sufrido un infarto pero que ella no podía acompañarme al hospital?

Las defensas de mi madre estaban cada día más por el suelo.

Aún estábamos esperando los resultados, pero la verdad es que en el rostro de mi madre no había una sola mejoría. No había un atisbo de que en verdad, ella estaba mejorando con las quimioterapia. La radiación ya no era una opción. La leucemia y el la transfusiones de sangre estaban oxidadas. Estaban obsoletas para ella. Lo peor de todo es descubrir que tu madre está enferma de cáncer y que está tan avanzado en una etapa tan avanzada que ya no hay nada más que hacer que pedirle a Dios con lágrimas en los ojos y de rodillas que le dé un par de años más de vida, por lo menos verte graduar de la universidad.

Llegué al Manhattan Cardiology y al cabo de varios minutos el tránsito se me hizo imposible e insoportable.

De inmediato solicité en la estación de emergencia al tal Peter.

—Mi padre está aquí. —Le digo a la enfermera que me asiste mirándome con cara de pocos amigos. ¿Por qué diablos el personal médico tiene que tener la cara tan poco amigable y empática?

—Preguntaré por usted.

—Por mi padre, por él, es quien debe de preguntar. Ha sufrido un infarto, por eso estoy aquí, por favor. Estoy buscando a Peter Urween.

La mujer gira los ojos y me deja con la boca abierta justo cuando iba a decirle que podía irse al infierno.

Al parecer ha leído mis pensamientos y ha preferido marcharse antes de que la mande al diablo.

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⏰ Last updated: May 12, 2023 ⏰

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UN REY SIN SU ANGEL: LIBRO 1Where stories live. Discover now