"No me pongas triste, no me hagas llorar. A veces el amor no es suficiente, el camino se pone difícil y no sé porqué".
🥀Colección de drabbles y viñetas (a veces no tan cortos) de Levi y Erwin con diferentes personajes, incluso tú.
ACLARACIONES:
•Hi...
♡︎Día #4: Cocinando Juntos ♡︎Personajes: Erwin Smith y Mikasa Ackerman. ♡︎Tipo de texto: Drabble
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La noche llegó acompañada de una violenta llovizna que congeló el ambiente de la ciudad en cuestión de minutos.
Erwin invitó a Mikasa a su apartamento, con la esperanza de dejarla en casa una vez que la lluvia se apaciguara. El rubio dejó su saco en el sofá e invitó a la joven a ponerse cómoda.
Smith debía reconocer la belleza de la joven con ligeros rasgos asiáticos. La mejor amiga de su hermana menor terminó en su casa en una serie de eventos que jamás se planteó. Cuando Lily le dijo que recogiera a su amiga chef de la universidad para llevarla a casa, jamás imagino que terminaría en la suya.
-Llamaré a Lily para avisarle de tu situación. Te llevaré a casa cuando la lluvia se detenga -. Erwin sacó su teléfono del pantalón y Mikasa solo asintió en silencio.
La llamada entre los hermanos no duró mucho. Mientras tanto la pelinegra se dedicó a observar el apartamento que dejaba muy en claro que solo un hombre vivía ahí. Una vez que Erwin terminó sus asuntos con el teléfono, volteó a verla con una sonrisa.
-¿Tienes hambre? -, preguntó y aunque Mikasa iba a negar, su estómago la dejó en evidencia. Erwin soltó una leve risa.
-No quiero causar molestias -, aclaró rápidamente con las mejillas rojas.
-En absoluto -. Erwin volvió su vista al dispositivo en su mano. -Puedo pedir pizza o comida china.
-¿Cree que un repartidor pueda venir con la tormenta? -, se cuestionó la joven y aunque lo dijo en voz alta, el pensamiento era más para si misma.
Erwin bufó y sus mejillas se tornaron de un leve tono carmesí.
-Me temo que no soy un buen chef -, confesó con media sonrisa.
Un pequeño silencio se hizo presente hasta que Mikasa comenzó a mover sus dedos con nerviosismo.
-Si es de su gusto, puedo cocinar algo con los ingredientes que me sobraron de mi clase de hoy -, dijo y levantó la bolsa de tela que cargaba. -Usted puede ayudarme si quiere.
Ambos se sonrieron con ternura. Erwin asintió y la ayudó a cargar la bolsa hasta la cocina.
La soledad y el silencio que generalmente gobernaba en el apartamento rápidamente se convirtió en un ambiente cálido y lleno de risas. Erwin tenía las mangas de su camisa blanca hasta los codos mientras amasaba la masa para una pizza casera y Mikasa lo ayudaba. Los dos reían divirtiéndose por la torpeza de Smith y las ocurrencias de Mikasa, que en la cocina finalmente era ella misma.
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