Narra Jason
El era mi estrella, cuando yo vi a Tim por primera vez quede cegado por su belleza, me saco de la oscuridad en la que vivia, me hizo querer ser mejor persona y así poder darle el mundo entero si eso fuera necesario, cuando acepto salir conmigo sentí que mis deseos se cumplieron, pero ahora lo veía sufriendo en esa cama, sin poder hacer nada por ayudarlo y viendo como se iba apagando, durante un tiempo lucho por quedarse y yo le suplicaba qué no se extinguierá queriendo aferrarme a él, sabiendo en mis adentros qué tarde o temprano esa luz que iluminó mi vida en el instante en que apareció se iba a apagar, las quimioterapias poco a poco lo habían acabado con sus ganas de seguir, su cabello se cayó poco a poco, su figura se volvió cada vez más esbelta al punto de quedar casi en los huesos, se sentía débil, se le formaban moretones, sufría hemorragias nasales y vomitaba cualquier alimento qué consumía, empezó a odiar ver su reflejo, se sentía feo y demacrado, aunque a mis ojos seguía siendo la persona más hermosa, el me miro y entre lagrimas se disculpo conmigo, me dijo que ya no podía, qué el dolor le era insoportable y que necesitaba descansar, yo llore y sujete su mano en una súplica silenciosa para que siguiera luchando y se quedará a mi lado, pero yo ya no podía ser tan egoísta el peleó contra su enfermedad lo más que pudo y en ese tiempo su cuerpo no recibió muy bien el tratamiento tan agresivo, fui con el doctor y firme para que dejaran el tratamiento, para que no lo revivieran y que lo mantuvieran sedado para que no sintiera dolor, antes de dormir me agradeció y me dijo que me amaba, yo llore como un niño pequeño, mi querida estrella iria al cielo, se volvió fugaz y tristemente para mi las estrellas fugaces no se quedan, aunque aveces quieran, no pueden y tienen que irse, no se cumplió mi deseo, a los pocos días lo se fue, estoy seguro de que es la estrella más brillante de este cielo nocturno, que cumple tu promesa de cuidarme, aveces veo al cielo y sonrió hasta que algunas lagrimas traicioneras se me escapan, pienso en tu sonrisa y en el tiempo que pasamos juntos. Desearía que esté aquí conmigo, qué haya otra vida y que en esa vivamos juntos por más de 60 años, qué tu brillo no sea tan efímero y morir junto a ti.
