No eres un monstruo [Bowluigi - Bowser X Luigi]

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- ¡B-bowser ya! jajaj - Decía entre risas el plomero intentando detener al Koopa.

La tortuga sin hacerle mucho caso, seguía con su cometido, dejando besos por todo el rostro del ojiazul. - Es tu culpa por ser tan lindo. Ahora acepta las consecuencias. O haber intenta detenerme -

- Jajaj no es justo jajaj - Reía con un rubor en sus mejillas. - Eres mucho más grande que yo. No te puedo detener jajaj -

- Qué pena... - El rey continuó jugando.

- Ejem - El magikoopa aclaró su garganta interrumpiendo a los "tortolitos".

El mayor, rápidamente bajó al de gorra, intentando fingir que no había pasado nada. - K-kamek ¿Que necesitas? -

El castaño, avergonzado acomodó su cabello qué había despeinado la tortuga.

- Joven Luigi. Su hermano está en la sala del trono. - Habló el mago. - Quiere verlo -

El plomero verde sintió un escalofrío. ¿Su hermano estaba aquí? La última vez parecía que no querría volver a verlo en su vida pero ahora está aquí...

- ¿Estas bien? - Preguntó preocupado el monarca.

- S-si solo... - Suspiró el menor. - Tengo miedo... Como siempre -

- Tranquilo iré contigo - Afirmó el pelirrojo.

- De hecho, necesito hablar un momento con él a solas - Pidió el de verde.

La bestia suspiró - Esta bien. Pero aquí estoy para ti -

                                      ...

El plomero verde y el hechicero se dirigieron hasta la sala del trono, donde se encontraba Mario.

El de azul le abrió la puerta al bigotón, para después quedarse afuera.

El de rojo miró a su hermano. - Luigi - Corrió a abrazarlo. - Lo siento, lo siento tanto hermano -

El de gorra con L estaba sorprendido. - ¿N-no sigues molesto? -

El hermano mayor se separó del abrazo para poder ver al de verde. - ¿Que? No, me equivoqué. No debí tratarte así y la reacción qué tuve fue la peor de todas -

- ¿Entonces no me odias...? - Preguntó triste el menor.

- Claro que no hermanito - Con cuidado limpió un par de lágrimas de los ojos del contrario. - Solo tengo una pregunta. ¿Exactamente como... pasó? -

El más alto enrojeció. - Bueno... Hace 9 meses cuando tuvimos esa pelea, vine aquí para intentar derrotarlo, pero me secuestró - Hablaba mientras jugaba con sus manos. - Y con forme pasaron los días, pude ver un lado de él, que era muy lindo y tierno... -

Rió levemente el de gorra con M - Si qué estás enamorado -

Sonrió el hermano menor - Sé que es complicado de entender pero... Solo pasó -

El pequeño príncipe entró a la habitación abruptamente. - ¡Mario no te lleves a mamá Luigi! -

- ¿Mamá Luigi? - Miró burlón al de verde.

- Cállate - Replicó avergonzado.

- ¡Mamá Luigi es muy feliz con nosotros! ¡No lo obligue a irse! - Sollozó el niño.

- Tranquilo pequeño no me llevaré a... tu mamá - Lo último lo dijo riéndose mientras miraba a su hermano.

- Lo lamento joven Luigi. No pude evitar que el príncipe entrara - Se disculpó el hechicero. - Y tampoco logré qué su majestad no espiara - Abrió por completo la puerta haciendo que el monarca cayera de cara.

Ambos plomeros rieron al ver al rey Koopa, mientras este se levantaba. - Hola Mario, un placer como siempre -

- Si, igualmente Bowser - Dijo mientras estrecha ban sus manos. - Pero si lastimas a mi hermano... Te mataré - Le lanzó una mirada amenazante.

El mayor rió con preocupación.

- Tranquilo solo esta bromeando - Habló calmado el de verde.

- Nop, no lo hago - Confirmó serio.

- Mario... - Regañó a su hermano.

- Esta bien, esta bien... - Se resignó el plomero rojo.

- Entonces... ¿Ahora usted es el tío Mario? - Preguntó inocente Jr.

- Amm si, supongo que si - Contestó alegre mientras acariciaba el cabello del niño. - Bueno hermano. ¿Querrás venir conmigo de vuelta al reino champiñón? -

El de gorra verde miró a su novio y después volvió su mirada a su hermano. - No - Se acercó al rey y tomo su mano. - Quiero quedarme aquí -

Mario sonrió. - Esta bien. Pero sabes que siempre tendrás un lugar con nosotros. - Ambos hermanos se dieron un abrazo. - Y Bowser. Te estaré vigilando. -

El hermano mayor se despidió y tomó su camino de vuelta al reino champiñón. Kamek llevó al pequeño príncipe a prepararse para dormir, pues ya estaba anoche siendo.

- Tu hermano da miedo - Concluyó el rey.

- Jajaj siempre me pareció que no le temías a nada - Rió el ojiazul.

- No podrías estar más equivocado - Contestó haciendo reír al contrario.

En un descuido de parte del mayor, Luigi se acercó y parándose de puntitas le robó un pequeño beso en los labios, cambiando su color a rojo.

Por la expresión en la cara del monarca, el de bigote rió victorioso. - Jajajaj Creí que siempre serías tú el que me haría sonrojar -

Drásticamente, Bowser acorraló al plomero contra la pared, quedando se a unos centímetros de sus labios.

Levantó con cuidado la barbilla del menor. - ¿Que decías? -

El plomero ahora de color rojo, no podía sacar ni una sola palabra gracias a los nervios por la cercanía.

El Koopa rió con malicia para finalmente darle un profundo beso al contrario.