𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱
❝De una imaginación muy singular solo pueden salir ideas absurdas.❞
Un par de síntomas lograrán que la situación se vuelva extraña en la pareja Bang Yang. Y, por más que Jeongin empezaba a creer cosas que no son, un dia...
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Al parecer el acuerdo de esa noche no funcionó para nada y Jeongin no podía estar más que preocupado. Incluso ahora Chris sufría de una especie de insomnio que llegó esporádicamente. Era tan extraño.
Su corazón dolía y su tigrecito rugía disconforme al ver el mal aspecto de su alfa. Tan cansado, con ojeras coloreándose debajo de sus ojitos saltones. Y el hecho que dejara sus entrenamientos de boxeo lo puso mucho más alerta, siendo ahora que simplemente llegaba a casa para tirarse de lleno a la cama, fatigado...
Y cuando lograba dormir, apenas eran unas horas. Jeongin lo sabía por el constante movimiento que éste hacía para el final ponerse de pie y salir al living, así eran casi todas las madrugadas.
Por si no fuera poco, pareció que la situación seguía avanzando cuando luego de días, o más bien luchas en donde intentaba convencerlo para ir a la clínica; llegó una tarde comiendo -casi- tragando una hamburguesa royal, de esas que parecen tener absolutamente todo adentro. El olor a fritura era muy fuerte, tanto que Jeongin evitó hacer una mueca de desagrado para no hacerlo sentir mal. Y es que basta con agregarle que su novio se había vuelto un tanto más sensible y susceptible de lo que ya era.
Luego de eso vinieron cosas más raras, desde que éste pedía comer pepinos con maní y Nutella, hasta combinar los trozos de piña con jamón. De un simple batido de plátano a medianoche hasta una lata de cerveza helada por la mañana.
Jeongin estaba nada de ser él quien vomitara en cualquier maldito momento por los repentinos gustos.
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—¡¿COMO QUÉ 'Y'?! —le reclamó—. ¡Eso es imposible!
—¿Por qué? Estamos en medio de un fanfic que hace todo realidad si la autora lo desea.
—¿Qué? —jadeó atónito.
—¿Qué de qué? —le imitó Félix.
—¡Ya cállate!
—¡¿Pero por qué me gritas?!
—¡Porque tú empiezas!
—¡Pero no estoy haciendo nada!
—¡Estás diciendo estupideces!
Y esa tarde Jeongin obtuvo una de las migrañas más desagradables de toda su vida. Aún seguía sintiéndose extraño y curiosamente enojado.
