𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱
❝De una imaginación muy singular solo pueden salir ideas absurdas.❞
Un par de síntomas lograrán que la situación se vuelva extraña en la pareja Bang Yang. Y, por más que Jeongin empezaba a creer cosas que no son, un dia...
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—¡Hasta que al fin llegan! —exclamó Jeongin ni bien le abrió la puerta a la pareja de afuera.
—Díselo a tu mate, Félix tarda horas buscando atuendos como si fuera a ver al rey de España.
Changbin iba a seguir de no ser por el codazo para nada disimulado por parte del omega rubio. Simplemente jadeó, pensando que se quedaría sin aire.
—No es mi problema que tú salgas de nuestro apartamento con la primera cosa que vez en el armario —refunfuñó para luego sacudir la mano y restarle importancia—. El asunto es que ya estamos aquí.
Jeongin rodó los ojos. Aún no comprendía cómo es que su mejor amigo había llegado a parar con otro omega que, por cierto, difícilmente parecía tener algo en común con el otro.
Changbin sonrió enternecido y aclaró la garganta.
—Bien, como se lo prometí al pulgoso de Chan, traje las costillas de cordero que tanto nos gustan.
Jeongin aplaudió satisfecho y por fin le dio el pase a su pequeño hogar.
—Chris aún sigue en la ducha, pero estoy seguro que ya no tarda mucho.
Félix asintió, sentándose rápidamente en la alfombra para recibir a Berry en sus brazos. Changbin supo que su pareja no se movería por un buen tiempo, por lo que él fue quien ayudó a Jeongin a alistar la mesa, los aderezos y los tazones de ensalada.
—¡Pero si es el peque-
—Atrévete a decirlo y dejaré a Jeongin viudo antes de su boda —le interrumpió, con una mirada oscura que hizo tragar saliva al único alfa del lugar.
—¡Vamos, solo era una broma!
Y así se la pasaron entre riñas típicas de niños infantiles que, por supuesto no eran, claro que no.
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Jeongin estallaba en risas ante la anécdota que el omega mayor les contaba.
—Y pues nos prohibieron la entrada a ese mini market para siempre.
—Tampoco me importa, la estúpida esa se lo merecía —agregó Félix—. ¡No le quitaba la vista de encima a Changbin!
—¿Pero no crees que fue un poco extremista lanzarle harina en la cara y un par de huevos en el cabello? —cuestionó el alfa castaño con burla—. Solo te bastaba darle una aclaración o salir de ahí.
