You're The One That I Want

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El fin de semana pasó demasiado rápido para Louis y Harry, pasaron aquellos días juntos compartiendo su tiempo, rutina y espacio siendo una linda pareja por unos días, ambos estaba muy agradecidos por la ausencia de los padres de Styles ya que podían darse muestras de cariño donde sea y cuando fuera.
Después de despedirse, Harry tomó su tiempo libre para estudiar, un par de sus últimos exámenes eran al día siguiente y necesitaba dar lo mejor de él, mientras Louis fue al hospital para visitar a su padre cómo lo había planeado desde el viernes.

—Hola, Lucy. — Saludó a una de las enfermeras de los pisos más importantes, conocía a cada una de ellas gracias a que su padre llevaba años trabajando en el hospital y gracias a que su madre era la jefa de enfermeras.

—Hola, Louis, ¿cómo estás? — Sonrió amable la mujer vestida de blanco.

—Bien, gracias. ¿Sabes dónde está mi papá?

—Parece que está con el paciente de la habitación 13-G.

—Gracias, iré a buscarlo. — Sonrió amable despidiéndose para ir a aquella habitación con un paso tranquila, se detuvo en la puerta de aquella habitación golpeado con suavidad y una sonrisa en el rostro esperando una indicación de seguir, escuchó el "adelante" de su padre y madre al mismo tiempo, rió al recordar cómo cuando era niño hacia lo mismo esperando poder entrar a la habitación de sus padres para pedir que le hicieran su desayuno favorito.
Al entrar a aquella habitación eliminó cualquier rastro de felicidad al ver que aquella rubia que odiaba tanto estaba en la habitación siendo compañía del hombre sobre la camilla.

—Hola hijo. — Saludó el doctor Tomlinson a su primogénito, éste se acercó a él para darle un pequeño abrazo, besó la mejilla de si madre poco después. —Bueno señor Swift, la enfermera Deakin le informará todo lo que tiene que hacer para llevar su alta a cabo, permiso. — Se disculpó guiando a su hijo para salir de la habitación, turquesa y celeste hicieron fuego sólo con verse, el uno se miraba sl otro con odio, Louis con más odio que Swift. —¿Conoces a la chica?

—¿Por qué?

—Se sintió una horrible tensión cuando se vieron… — Rió levemente. —¿Salieron? — Louis sintió ganas de vomitar con sólo imaginarlo, talves en sus rostro se notó ya que su padre rió una vez más. —Parece que no. No se llevan bien, ¿no?

—La odio.

—¿Algún motivo en especial?

—Una persona especial.

—¿Puedo ayudarte en algo?

—No papá, estoy bien.

—¿Comiste algo? ¿Dónde están tus hermanas?

—El vecino me hizo favor de cuidarlas.

—¿Alguien confiable? — Louis sonrió al recordar a Harry, si pudiera poner su vida en manos de alguien sin duda sería en manos de su lindo vecino de rizos chocolate.

—Demasiado.

—¿Y lo de comer?

—Comí antes de venir contigo. ¿Atiendes a ese señor? — Cambió el tema refiriendose al señor Swift.

—Si, al parecer necesitaremos hacerle un trasplante de riñón, aunque necesitamos descartar un par de cosas más antes de tomar esa decisión.

—¿Hay candidatos?

—Sus hijos y esposa se harán pruebas de compatibilidad, aunque la chica aun no puede porque creo que es menor de edad.

—No, ella es mayor de edad. — Confirmó la edad de la rubia. —Si necesita un trasplante yo diría que la mejor opción es ella. — Si el trasplante era una opción y Taylor era la donadora, probablemente no la tendría que ver por un buen tiempo, y eso sería sumamente gratificante para él.

𝐆𝐫𝐞𝐚𝐬𝐞 | 𝐋. 𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora