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Los tres niños se dispusieron a jugar a el escondite mientras los dos adolescentes se encontraban sentados en una banca viendo como Charlie contaba y Elizabeth y Evan se escondían en una parte de él jardín
Michael se encontraba en un debate mental pensando si en hablarle o no, y si pudiera hablarle ¿De que? No conseguía algo de que hablarle y eso lo mantenía en un viaje astral
Y...¿Sigues estudiando en la misma institución? -Hablo Melanie para calmar el ambiente tan tenso que había entre ellos dos-
Ah sí, la mismo de siempre -Dijo Michael ya un poco menos tenso al ver que la pelicastaña había sacado tema de conversa lo cual agradecía infinitamente- De hecho, algunos profesores que conoces siguen dando clases hay
El Profesor James sigue dando clases? -Preguntó la chica con curiosidad-
Sí... -Dijo Michael con desagrado recordando las veces que ese profesor lo había mandado a la dirección por algunas bromas o peleas en las que había estado metido-
¿Recuerdas cuando ese profesor me reprobó y tu le grafiteaste su auto? -Agregó la chica con una sonrisa-
Como olvidarlo, ese día ella se había quedado a dormir en su casa para estudiar toda la noche para ese exámen, el vio todo su esfuerzo y dedicación para estar preparada para el exámen, y le hirvio la sangre ver que esta no había obtenido la nota que merecía, tanto que grafiteo el auto de el profesor y hasta lo expulsaron una semana por este hecho, pero le importó poco con tan solo vengarse de ese profesor
Como olvidarlo, me suspendieron una semana por ese estúpido profesor, pero valió la pena con tan solo ver su cara de enojo -Río Michael con tan solo recordar lo roja que estaba la cara de su profesor que parecía que fuera a explotar-
Sí! -Río también la castaña por lo que le había contado su amigo después de salir de la oficina de el Director- ¿Te sigues metiendo e problemas? ¿O seguiste los consejos de tu madre en no meterte en problemas? -Preguntó la chica-
Bueno, podría decirse que sigo siendo el mismo de siempre, es algo que nunca voy a poder cambiar -Michael miro al suelo con una sonrisa falsa- Y la que en realidad ha cambiado eres tú, recuerdo que ni te interesaba saludar a nadie -Añadio el ojiazul-
De hecho sí, mi tiempo en el reformatorio me cambió completamente tanto en modales como en la forma de dirigirme a los demás, pero sigo siendo la misma de siempre -le aseguró a el ojiazul con su misma sonrisa de siempre la cual no pudo evitar se contagiada a el ojiazul-
Eso me alegra -Soltó Michael con su sonrisa pero esta vez una más abierta y real-
De verdad que le encantaba la idea de volver a tener a su mejor amiga con el, no había recordado lo mucho que había extrañado su presencia o simplemente hablar con ella sobre cualquier cosa.
