Luego de que el alma del antiguo Rey Exánime, Arthas, fuese despedazada y consumida en las fauces de las Tierras Sombrías, todo lo que quedó de su espíritu herido fue una chispa que aún conservaban sus recuerdos... Desgraciadamente, esa chispa termi...
"Saludos gente. Disculpen si tardé en publicar el cap. Como ya dije, las actualizaciones serán lentas. Algo que recalcar, es que habrán cambios en la historia desde cierto punto, sin mencionar que agregaré otro personaje de WoW"
"Y seguramente ya habrán notado que nerfeé a Arthas, pero... eso sólo será por el momento. Sin más que decir, ¡¡disfrútenlo!!"
El joven aventurero rubio estaba en cierta forma un poco sorprendido pero más que todo curioso, debido a la joven mujer que había venido a él. Se trataba de una chica, aparentemente más pequeña que él por unos cuantos centímetros, y vestía con una ligera armadura metálica decorosa y bien hecha. La joven era hermosa de rostro y se veía bien formada; y por su aspecto se podía decir que no pasaba de los 20 años. Su cabello era largo, liso y sedoso, y estaba recogido con una coleta. Pero a pesar de su belleza femenina, parecía una cruzada determinada e inquebrantable. Su expresión mostraba serenidad y disciplina, como todo buen caballero.
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Arthas: «Seguramente es una paladín iniciada...»
Eso pasó por su mente debido a que, justamente a esa edad, él fue admitido en la Orden de La Mano de Plata en su primera vida. Aún recordaba ese día tan alejado en el tiempo, tanto que parece más un sueño pasado que un recuerdo...
Esta chica había venido a él, seguramente por que tal vez había visto la solicitud y probablemente esté interesada... No habría ningún problema con eso, pero aún así, el rubio sintió el presentimiento de no afirmar que él había puesto la solicitud. Después de todo, esta tarde le había quedado bien claro a no fiarse de las apariencias. Así que simplemente no dijo nada y entornó sus ojos en ella, observándola y analizándola de manera hostil.
La mujer se dio cuenta de eso, pero notó esa mirada amenazadora, con aquellos ojos verdemar afilados que no mostraban ni un rastro de emoción. La mujer se inquietó por aquello y por la forma en como la miraba: como la mirada de alguien que es todo lo opuesto a "amistoso"...... Pero... por alguna razón, ella apartó la cabeza algo apenada y sonrojada.
Esto extrañó un poco a Arthas. Aunque no era de extrañar que una belleza se sintiera avergonzada o se ruborizara al ver al bello chico; no es por ser altivo ni egocéntrico, pero él más que nadie sabía que a esa edad era un joven muy apuesto, con un rostro angelical y una buena figura varonil y alta. Incluso él en varias ocasiones tuvo que rechazar a una que otra mujer en su vida pasada...... Sin embargo, lo extraño era que esta chica se sonrojó después... ¿de verle a los ojos..?
Podía ser muy lindo, pero ahora, si una chica por muy interesada que estuviera en él lo veía a los ojos, inmediatamente se le quitaba el interés. Después de todo, esos ojos vacíos y esas serias miradas que lanzaban hacían desaparecer toda su guapeza. Pero esta chica no le importó, a pesar de que él prácticamente la miró feo con el propósito de no ser molestado. Algo andaba mal; esta mujer no estaba siendo tímida, era otra cosa.
