Capítulo 4: Cosas Sin Sentido Absoluto

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El joven aventurero rubio de 17 años yacía corriendo por la ciudad de Axel, junto a la paladín perturbada y la descarada ladrona sinvergüenza la cual tenía posesión del dinero del chico. Sin embargo, por ahora debía dejar eso a un lado y concentrarse en la situación que ocurría.

¡¡EMERGENCIA!! ¡¡EMERGENCIA!!

¡¡A TODOS LOS AVENTUREROS DE LA CIUDAD!! ¡¡REPITO, A TODOS LOS AVENTUREROS DE LA CIUDAD!! ¡¡SE SOLICITA QUE TODOS SE REUNAN EN LA ENTRADA DE LA CIUDAD URGENTEMENTE!!

Ya era la tercera vez que sonaba ese comunicado en altavoz.

Al parecer era una situación crítica, ya que estaban llamando a todos los aventureros. Y en efecto, muchos aventureros desde los más expertos hasta los más novatos se estaban dirigiendo a la entrada a toda prisa. Arthas también notó que los civiles corrían a sus casa y las tiendas estaban cerrando. Sin duda era una situación alarmante.

A Arthas no le costaba para nada seguirles el paso a la mujer "caballero" y a la pícara bandida, después de todo era muy rápido y atlético. Al cabo de un minuto y medio, ya estaban en la entrada de la ciudad, donde el gentío agolpaba y el bullicio no permitía a Arthas pensar en qué demonios estaba pasando. Buscó en todos lados con su mirada, y divisó a lo lejos entre todos los aventureros a Aqua. Rápidamente y con cuidado se fue acercando a ella.

Arthas: ¡¡Aqua!! –Se acercó hasta ella– Gracias a la Luz; por fin te encuentro.... ¿Dónde rayos está esa niña? O mejor dicho, ¿¡qué demonios está pasando!?

La tensión, la inseguridad y la angustia se apoderaban cada vez más del rubio, como si sintiera una horrible presión contra su pecho. Temía que se tratara de algún asedio o invasión. De que resultará ser un ataque del ejército del Rey Demonio. Aún no estaba preparado en para un encuentro cercano con la mayor amenaza de este mundo.

Aqua: ¿Eh? ¿De qué hablas? Megumin está al frente... Y lo que está ocurriendo, no es nada grave. Sólo son coles.

Sin embargo no podía titubiar. Si se trataba de las fuerzas demoníacas, no debía huír de la lucha; contraatacaría con todas sus fuerzas, sea cual sea el cost...

...

Arthas: .......E-esp-pe-pera.... ¿Habéis dicho... "Coles"..?

Aqua: Así es. Coles.

...

Arthas: Pe-p-pero.... ¿Os referís a un tipo de monstruo con ese nombre, o literalmente os referís a las legumbres?

Las personas que estaban cerca y escuchaban, miraron con incredulidad, decepción y lástima al rubio. Aqua le explicó brevemente lo que ocurría.

Al parecer en este mundo las frutas, las verduras, y las legumbres tienen vida propia y a la vez conciencia propia. Y no se dejan comer sin antes defenderse; y son fuertes por lo que suelen dar una buena lucha. Hasta se dice que la ocupación de granjero es casi igual que la de un aventurero de alto nivel, debido al contante peligro que se enfrenta.

En este caso, se trataba de coles. Los cuales inexplicablemente vuelan por los cielos en enjambres enormes, todos los años cuando llega la temporada de cosecha.

...

Arthas: «E-esto es.... ¡¡Es lo más ESTÚPIDO que he escuchado jamás!!»

¡Nada de eso tiene sentido! ¡En ninguna historia, ni en los libros de la biblioteca, salía algo como que las coles volaban o algo por el estilo! Arthas ya tenía la impresion de que este mundo era loco, ¡¡pero esto ya era demasiado!! Aunque bien, en su mundo, los elfos nocturnos tenían el poder de la naturaleza para influir vida a las plantas y árboles, como los llamados "ancestros" y los legendarios "gigantes de la montaña".

¡Bendito sea este príncipe caído!Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz