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-"Kyogai... Lamento si algo de lo que dijo te hizo enojar" dijiste del otro lado de una puerta en donde suponías que podía estar

Durante ya 3 días que no permitía que lo vieras, y cada vez que se llegaban a cruzar en la casa, él utilizaba sus tambores para cambiar de lugar y evitarte.

A pesar de eso todos los días te dejaba platos con comida que conseguía en la noche robandole a personas que había devorado para que no mueras de hambre.

Hasta a veces te dejaba de regalo cosas de las mismas que pensaba que quizás podrían llegar a gustarte.

Te sentaste en el suelo y te apoyaste en aquella puerta, esperando algún tipo de respuesta y deseando que se encuentre allí escuchandote.

-"En serio no me interesa para nada que seas un demonio, que tengas que comer gente para poder vivir y que no envejescas como los humanos. Me ha llamado mucho la atención la pasión que tienes para escribir, y me pareciste tan tierno cuando te entusiasmaste con algo tan simple cómo que yo haya leído tus escritos... A pesar de todo lo que has hecho seguramente... Siento que hay una hermosa pureza en tu alma... Y quiero descubrirla y estar a su lado, sin importar las consecuencias que obtenga de ello... Me eres tan interesante... Quiero verte, oirte, tocarte, estar a tu lado, conocerte... Por favor no me quites eso y me dejes aquí encerrada sufriendo por no poder verte... Si me escuchas... Dame una respuesta"

Dijiste para luego suspirar al notar el largo silencio que obtuviste, aunque te sorprendiste cuando la puerta se abrió lentamente y de esta pudiste ver la silueta del demonio.

-"En serio piensas todo eso?" Murmuró agachandose a tu altura, mirándote con un rostro de pena

-"Por supuesto, lo juro por mi padre" asentiste sonriendole

-"No te importa mi apariencia? Mirame bien, doy asco" insistió tomando tus hombros

-"Mm..." murmuraste tomando su rostro en tus manos "Tienes una piel aspera... Unos dientes grandes y filosos... tus ojos son de un rojo sangre... tu cabello largo y negro..." pasaste tu mano entre sus cabellos "Unas lindas orejitas puntiagudas" sonreiste pasando tus dedos por estas para luego bajar a su pecho "Un torso grande y tonificado... Los tambores pegados a tu piel no son algo que me molesten, me alegra oírlos porque así sé que estás cerca... tienes un porte grande... me hace sentir segura cuando me rodeas con tus brazos... unas piernas firmes"

Cuando rozaste con tus dedos sus muslos descubiertos enseguida tomó tus muñecas deteniendo tu tacto, mirándote con completa merced ante ti, mejillas ardientes e hilos de baba cayendo de su boca.

Soltaste una risilla y mientras sujetaba tus muñecas te acercaste a él para dejar un beso en sus labios, incluso cuándo él tenía su boca semi abierta.

-"Y eres tan dulce como pude imaginar..." al decir eso él soltó suavemente tus muñecas y te permitió rodearlo con tus brazos sonriente "Tú también tienes esos sentimientos, no me molestará para nada que los demuestres... Estaré feliz de aceptar todo lo que tengas para ofrecerme"

-"Y si lo tengo que para darte... te causa daño?"

-"Lo tomaré de todas formas, porque me lo entregas tú" le susurraste dejando un beso en el lóbulo de su oreja

Está mujer... Es mi salvación y será mi perdición de seguro...

Pero disfrutaré todo el tiempo que podamos compartir...

Dulce Lectora- Kyogai x Lectora Where stories live. Discover now