Dulce Lectora- Kyogai x Lectora

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-"Papá me cuentas un cuento para dormir?" Kiseki preguntó mientras estaba arropado contigo en la cama

-"Por supuesto pequeño" el demonio dijo acariciando su cabello "De qué quieres que vaya tu cuento hoy?"

Se había vuelto una rutina con el pasar del tiempo, el pequeño Kiseki amaba oír los cuentos de su padre antes de ir a dormir, al igual que tu decía que le daba buenos sueños.

-"Quiero oír de nuevo el cuento del demonio y la princesa, es mi favorito" respondió

-"Ese también es el favorito de mamá~" dijiste sonriendo y acariciando el cabello del niño

-"Por supuesto" Kyogai asintió sonriendo "En una era desconocida... hubo un demonio muy voraz, devoraba y asesinaba humanos sin parar, las personas le temían pero también eran incapaces de hacer algo al respecto... Un día la Reina del pueblo que atormentaba le dijo 'Te entrego a mi hija a cambio de que nos dejes en paz', a lo que el demonio aceptó sin dudar"

-"Que Reina mala!" Kiseki dijo frunciendo el ceño

-"Verdad que si Kiseki?" Murmuraste

-"La princesa fue entregada al demonio, esperando la paz luego de esto... Pero por su naturaleza, el demonio no cumplió con su palabra, destruyó el pueblo y a la única que dejó como testigo fue a la princesa" Kyogai continuó "La princesa, una joven mujer con una gran belleza, se sentó esperando su destino, creyendo que era la muerte al igual que su pueblo... Y al ver al demonio frente a ella, manos cubiertas de sangre y ojos llenos de odio... le dijo..." se detuvo y te observó "(T/n), puedes recitarlo por mi?"

Soltaste una risilla y asentiste.

-"Demonio de las montañas, te he observado y he conocido de ti desde que he llegado a este mundo, me han dicho de temerte, de alejarme de ti, me cuidaron de ti y me atendieron para vivir bien toda mi vida, pero al estar en peligro no dudaron en entregarme a ti. Conozco tu historia, y sólo eres un humano que ha sido maldito por malas personas, por eso buscas venganza, si matarme curara tu sed de sangre, me entrego a ti para acabar con esta masacre" mencionaste

-"La princesa era muy buena..." Kiseki susurró "Teniendo piedad incluso por el demonio después de todo lo que hizo"

-"Y sabes qué pasó luego?" Le dijiste al niño

-"Si sé, pero quiero que papá me termine de contar el cuento!" Dijo haciendo un puchero viendo al demonio

-"Bueno... En ese instante, la amabilidad de la princesa rompió la maldición del demonio, volviendolo un humano otra vez... el demonio ahora hecho hombre, se puso de rodills y lloró frente a la princesa rogandole que lo mate por todos sus pecados... y la princesa le dijo..."

-"Todos tenemos nuestros propios pecados, sean mayores o menores tarde o temprano van a ser cobrados, y yo no tengo el poder de condenarte" empezaste a recitar acariciando el cabello del niño "Pero puedo ayudarte a hacer buenas obras, para que tu castigo sea menor"

-"La princesa tomó las manos del hombre y huyeron de aquel pueblo ahora completamente abandonado, dejándolo como un mal recuerdo. Desde entonces vivieron juntos trabajando para las personas que más lo necesitaban, volviéndose una princesa trabajadora y un demonio que ayudaba a los demás" sonrió

-"No se casaban y tenían hijos también?" Kiseki preguntó riendo por lo bajo

-"Noo~ esa es otra historia" reiste leve "Es hora de dormir"

-"Pero no tengo sueño" y al acabar de decir aquella frase empezó a bostezar

Kyogai rio un poco y se acostó en la cama, dejando al niño en medio de ambos sonriendo.

-"Quiero conocer a alguien igual de amable que la princesa..." se acurrucó entre ustedes "Aunque... tengo a mamá" sonrió quedándose dormido

-"Todos los días cambias esa historia" le dijiste a Kyogai sonriendole y alzando una ceja

-"La quiero volver una historia perfecta para él, aunque creo que le gustó más la versión donde se casaban..." suspiró "Kiseki ya cuenta con 10 años... Aún no puedo creer que hemos estado todo este tiempo junto y llenando mis días de felicidad..."

-"Y aún nos quedan muchos años más" acariciaste su mejilla sonriendole y te acercaste para dejar un pequeño beso en sus labios

-"Muchos más" repitió observando como te acomodaste para poder dormir