Razón No.2

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Es demasiado juguetón.

No, no me refiero al hacer bromas o sus comentarios de doble sentido.

Le encanta jugar, como a un niño pequeño, un niño que acaba de recibir un juguete e insiste en que juegues con él.

Vale, es tierno, pero demasiado llega a fastidiar, cansar, irritar, molestar, hartar, hastiar, y todo lo que termine en ar. Pero ajá, lo tengo que soportar porque soy su único pendejo que le presta atención.

«¡Me dijiste tierno!»

«Si, y también te dije fastidioso, cansado, irritante, molesto, hartan te, hastían te, y cualquier cosa que sea igual.»

«Aun así me llamaste tierno~»

«...»

«Y no eres mi único amigo, Nagisa también me quiere.»

«Entonces ve a su casa para perder el tiempo.»

Por ejemplo la vez que fuimos a una feria, claro, la escuela nos llevó hasta Ikebukuro.

Todo iba bien, hasta que

«Pero te pedí perdón...»

«¿Pedí opinión?»

«¡P-Pero!»

«¡Sin peros!»

Se le ocurrió alejarnos del grupo. Bueno, ¿que podría salir mal?

¡TODO!

Nos perdimos, nos robaron los celulares y para colmo al maldito de Akabane se le ocurrió usar un teléfono publico pero-

¡Ninguno de los dos llevaba dinero!

Para mí desgracia en ese momento no había memorizado los números de la tarjeta de mi padre, pero seguramente nada podría ir peor, ¿Verdad?

¡Empezó a llover!

Y no era una lluvia pequeña, era horrible, había mucho viento, las gotas se sentían como roca, teníamos frío y se estaba haciendo de noche, y aún asi

¡Él seguía jugando!

«No fue tan malo...»

«Nos fueron a recoger en una estación de policía.»

«Pero te divertiste.»

«Bueno si, ¿feliz?»

«Si.»


—Tengo frío.... —Karma temblaba a la par que se sentaba junto a Gakushuu debajo en la banqueta, viendo autos pasar y las calles quedarse vacías de personas mientras el cielo se seguía oscureciendo y el aire aumentaba en fuerza.

—¿Y a mi qué? —Con sarcasmo, Gakushuu le miro de reojo mientras se abrazaba asimismo, temblando ligeramente.

—... ¿Me perdonas? —Abrazo a Gakushuu por detrás, ambos empapados y fríos, no brindándoles nada de calor.

—Quítate, me das más frío. —Trato de empujarlo lejos de su cuerpo, sin embargo estaba más cansado que enojado y al final lo dejo estar.

Estuvieron en silencio un rato mientras la lluvia seguía cayendo a cántaros sobre ellos y las gotas dolían al pasar de los segundos, ardiendo al chocar contra su piel.

El aire no hacía más que estampar el agua contra sus caras, obligando a cerrar los ojos mientras esperaban a que disminuyera un poco.

Ya más entrada la noche, y la lluvia bajando en intensidad, una patrulla de policía paso y los vio.

—Oigan, deberían estar en su casa. —El policía bajo la ventanilla, apenas mirándolos realmente.

Tragándose su orgullo, Gakushuu alzó la voz por sobre la lluvia. —... No sabemos dónde estamos.

El policía regreso su vista a ellos, está vez revisando el uniforme y dándose cuenta que no eran de una escuela local. Suspiro. —Suban, desde la comisaría pueden marcar a sus padres.

Minutos más tarde, Asano Gakuhou se estaba llevando a un Gakushuu ya con fiebre y a Karma tosiendo como si se estuviera ahogando.

Después de eso, Gakushuu estaba obligado a permanecer cerca de su padre y Karma debía darle la mano.

15 Razones por las cuales NO ser amigo de Akabane Karma [Reescrito]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora