¿Boda por accidente? Pregúntale a la ley de Murphy [THORKI: +18] || COMPLETA

Capítulo 10. Las Siete Leyes de una boda (Final)

¿Boda por accidente? Pregúntale a la ley de Murphy

Capítulo 10. Las Siete Leyes de una boda (Final)

Pasando un mes de arreglos flash y muchos berrinches de Loki por querer que la boda fuera con paleta de color verde esmeralda, finalmente se dio el tan ansiado día. Por tradición, ambos hombres tuvieron que dormir separados ese día previo porque "es de mala suerte ver a la novia – en este caso Loki –antes de la boda".

Como había empezado su relación, lleno de leyes irónicas, su boda estuvo plagada de las mismas. Pero sin duda, había sido uno de los mejores días para ambos.

Primera Ley. El novio no encontrará el anillo de bodas

Thor juraba que había dejado la caja con los anillos sobre su mesa de dormir, pero al despertar, no estaba ahí la condenada caja. Oh, mierda, mierda, mierda. La tenía que encontrar o la boda sería una falsificación. Bueno, no a ese extremo, pero no estarían los símbolos de la unión.

Buscó por todo el cuarto: debajo de la cama, el ropero, los cajones de ropa, dentro de los zapatos, incluso en el cubo de basura del baño... No, no fue placentero meter su mano ahí.

De pronto, su teléfono móvil sonó. Era Loki.

—¿Diga? —respondió un poco preocupado.

—Que frialdad. ¿Así saludas a tu futuro esposo?

—Lo siento, estoy un poco nervioso.

—Yo también... Oye, estaba pensando que después de la boda iremos a ese resort erótico del que tanto te hablé. Me muero por ver lo que me harás.

—Uhum... —dijo mientras seguía la búsqueda entre su ropa sucia.

—¿Sabes? Ayer tenía tentación de ir a visitarte para sentarme sobre tu cara.

—Sí, eso suena bien —lanzó al aire, en tanto trataba de recordar dónde fue la última vez que vio la caja.

Al otro lado de la línea, Loki suspiró. —¿Todo en orden, Thor? Estás demasiado callado, más de lo usual.

El nórdico se detuvo, sentándose en la cama, frustrado. Carajo, el par de anillos no estaba ahí. Oficialmente los había perdido, y en seguida se sintió el peor novio del mundo.

—Lo sé, es que estoy... —no quería empezar el día así, pero tampoco podía mentirle descaradamente a su prometido. —Perdí la caja de nuestros anillos, Loki. Agh, no quería que nuestro día se arruinara y acabo de meter la pata. Mierda, se suponía que este día sería perfecto y seguramente estás enojado conmigo y lo entiendo, pero puedo comprar otros en seguida.

—¿Te refieres a los anillos con incrustaciones de esmeralda que están metidos en una cajita de terciopelo negro?

—Precisamen-... Un momento, yo fui el que los compró y los quería mantener como sorpresa —reflexionó el rubio. —¿Cómo lo supiste?

Escuchó una risa traviesa al otro lado del teléfono.

—Yo los tengo, tonto —respondió Loki. —Se cayeron por accidente de tu pantalón mientras me estabas follando en la cocina antes de irte a comprar víveres para nuestro apartamento. Asumí que no lo notaste porque no mencionaste nada. Pierde cuidado, yo los llevaré.

El pecho de Thor bajó en señal de alivio. Vaya confusión. Como siempre, Loki le llevaba la delantera.