Lo que amaré por siempre.

DESESPERACIÓN.

Llegamos a la casa, necesitaba una ducha, por lo que nada más abrir la puerta fui corriendo al baño, me encerré y me metí en la ducha, me daba una y otra vez con la esponja, mi piel estaba roja, había zonas donde creo que me hice sangre. Solté un grito de desesperación, tal grito que sonó como en las películas de miedo.

Salí de la ducha y estaba sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared, sonó la puerta -Liz déjame entrar por favor- ¿Ese era Tom? Pensé. No podía dejar de llorar no quería que me viera así -VETE!!- grité desesperada -No me iré, se que algo no está bien y no pienso dejarte sola - se escuchaba como se sentaba en el suelo al otro lado de la puerta.

Pasaron varias horas, Tom se levantó del suelo -Voy a ir a por algo de comer, te traeré algo a ti también - se alejó, ya no lo escuchaba, aproveché que se fue para ir a mí habitación, pero antes de que llegara escuché como una bandeja caía y Tom se me abalanzaba para abrazarme.

-Suéltame!!!- grité en desesperación intentando liberarme de su abrazo. El solo apretaba más, en verdad no quería que me soltara, pero tampoco quería que me tocara estando sucia.

-Suéltame... Por favor....- ya no podía más, no tenía fuerzas, mi cuerpo se derrumbaba, el sostenía mi cuerpo -Ven vamos a la cama, ahí podrás descansar- dijo el tomando mi mano, me dejé guiar sin decir ninguna palabra, seguía sus órdenes.

Llegamos a su cuarto, me sentó en la cama -Esperame aquí iré a recoger lo que caí y traeré algo - no dije nada solo asentí y me quedé ahí sentada mirando al suelo, por un momento no me había dado cuenta de que seguía en albornoz, necesitaba algo de ropa.

Me dirigí hacia la puerta, solo quería ir a por algo de ropa, pero la puerta se abrió y ahí estaba Tom con una bandeja con sándwichs, un poco de fruta cortada y agua -Te dije que me esperases aquí, ¿Donde vas?- dijo en tono serio. Las palabras no salían de mi cuerpo, volví a sentarme en la cama, no tenía apetito, pero no quería hacerle el feo después de prepararlo, por lo que comí algo de fruta.

Vi el paquete de cigarros en su mesa, me levanté y cogí uno, lo encendí, no era capaz de hablar, me sentía mal. El solo me miraba de vez en cuando -Vamos a poner algo de musica- cogió el mando del altavoz y puso el último disco que habían compuesto los chicos.

-Toma- me tiró con una camiseta y un pantalón de pijama -Estaras más cómoda con esto- se giró para que me pudiera cambiar tranquilamente, que tontería pensé, ya que se conocía cada rincón de mi cuerpo, se giró un poco y vio las heridas que me hice al darme con la esponja, se levantó y se acercó a mí, dejando un beso suave en ellas -¿Quién te ha hecho esto?- Me señalé a mi misma.

-Liz no quiero que estés así sabes que puedes contarme cualquier cosa- dijo colocándose delante de mí y poniendo mi anillo el que él me regaló en su lugar. Negué con la cabeza y me lo fui a quitar -Dejatelo por favor- Dijo parándome.

Por fin una palabra salió de mi boca -No lo merezco- de nuevo lágrimas salieron de mis ojos, ya no podía más con esta angustia. -Ven vamos- me sentó en la cama, se puso el pantalón del pijama sin llevar nada más, se tumbó en la cama y me colocó con mi cabeza en su pecho mientras me abrazaba, la luz se apagó, pero puso una que hacía como formas de estrellas en la pared, era algo relajante.

Con la canción que sonaba empezó a cantar muy suave como si fueran susurros, de vez en cuando dejaba caer algún beso en mi cabeza. -Estare aquí para cuando me quieras contar- dijo.

No recuerdo más, solo se que caí dormida abrazada al hombre al que amaba, al cual herí y por hacerlo acabé echa mierda.

((Amores aquí otro mini cap, estoy un poco fuera de emociones me cuesta escribir pero intento cumplir con uno o dos caps al día, no olviden votar y comentar ideas ❤️❤️❤️❤️❤️))