Si, Señor. [ katsudeku]

PASADODE INKO (PARTE 1).

Era bailarina en el bar de una señora que trabajaba con los  Yakuzas. Estaba  en el mundo de la prostitución cuando solo tenía 16 años,  ese fue mi primer trabajo,  la paga no era mala y me daban comida y un techo donde dormir, mi economía era mala, muy mala,  y eso me llevo a trabajar en aquel lugar. Tenía que buscar como subsistir a tan corta edad, mi padre murió cuando tenía 14 años por una bala perdida y mi madre murió en un accidente automovilístico cuando venía de hacer unas compras, fue horrible, un año después de eso... Cuando cumplí mis 15 años ya estaba completamente sola en el mundo, caí en depresión, llore mares y ríos de lágrimas,  no tenia hermanos, no tenia tíos que se hicieran cargo de mi, mis   abuelos murieron en un accidente cuando tenía 9 años, no tenía a nadie.

Después de unos meses me sacaron de mi casa por no pagar el alquiler, tuve que irme de allí, solo me lleve una maleta y la mayoría de mi ropa en un bolso. Esa vez dormí en la banca de un parque, recuerdo que  les suplique que me dejaran pasar la noche en mi casa, les pedí de rodillas.... pero no se compadecieron de mí. No me ayudaron cuando se los pedí, no me tendieron la mano cuando lo necesité...

Deje los estudios y me propuse a conseguir un trabajo, tenía que salir adelante como fuera posible. Nada. No pude encontrar nada... Aun sabiendo de mi condición y por lo que había pasado nadie me ayudo. Claro, nadie quería trabajar con un menor de edad y sin ningún grado de estudios superiores. Como último recurso recurrí a los bares del lado norte de la ciudad, ni en mis peores y más horribles pesadillas me imagine yendo a un lugar así. 

Cuando entre a aquel bar todos me miraron, pero claro que me mirarían,  era una menor de edad con una maleta y un bolso en el hombro entrando a un prostíbulo a la mitad de la noche, si yo estuviera del otro lado del espejo también lo haría. Esa noche conocí a la dueña de aquel lugar,  era una mujer muy hermosa y muy dulce, me recordó a mamá.

Fue la primera que se apiado de mí. Me ayudo y ofreció un lugar para vivir, me ofreció el trabajo de bailarina y agradecí en el alma eso. Conocí a varias chicas, chicos que igual que yo  pasaban por lo mismo o peores circunstancias que las mías, se convirtió en un hogar para mi, las chicas y los chicos en mis hermanos y ella en nuestra madre, cuidando de nosotros como si fuéramos sus cachorros.

Yo era la más pequeña de todos en tamaño  y la menor de todos los cachorros, como nos decía mamá, todos los chicos me cuidaban como su hermanita y me protegían de todo el que quisiera hacerme daño.
Había pasado más de un año y medio desde que llegue allí, tenia techo sobre mi cabeza, tres comidas al día y personas que me querían. Y yo a ellos. Me volví la bailarina principal del lugar, gradecí cuando mi madre biológica  me metió en clases de danza a los 6 años.

Era una de las más conocidas y también una de  la más  solicitada por los hombres que frecuentaban el lugar. Uno que otro siempre se iba molesto y con un ojo morado porque no llegaban a tenerme una noche o no querer hacerles un baile privado, los que ya conocían mi rutina y sabían cómo trabajaba solo iban para verme hacer mi acto y hablar conmigo o darme algún detalle, lo cual agradecía pero les devolvía ya que no me gustaba lo ostentoso que eran.

Hice muchos amigos como enemigos en "La casa de mamá" así era como se llamaba el bar/prostíbulo, no podían tocarme porque era la protegida de mamá y amiga de hombres que me tomaron mucho cariño. Conocí a muchos jefes de clanes  poderosos y respetados cuando estaba allí, me ofrecieron mansiones, dinero, fortuna, diamantes y tener el mundo en la punta de mis dedos.... Pero los rechace.

Yo no quería fortuna ni diamantes, no me gustaban los lujos, me gusta vivir humildemente y  tener una vida tranquila y cómoda, pero gracias a las circunstancias por las que pase no se pudo. Quería a alguien que le diera paz al infierno que se convirtió en mi vida.