DESEO QUE VUELVAS.

4.

"Al poco tiempo de su cuarto grado, T/N había llegado a sentir algo extraño por su profesor, al principio no sabía de que se trataba pero al paso de la duración del quinto año, lo supo con claridad y no quería admitirlo pero después de ese baile en la oficina del Profesor Snape, no pudo evitar sentirse distinta."

Por otro lado.

"El profesor Snape durante los años se sintió en negación. ¿Como podría sentir cariño y deseo por una estudiante? ¡Era absolutamente ridículo! ¡Es un rotundo NO! Aunque... Al verla caminar por los pasillos con libros en mano, y mochila en sus hombros, era un tormento para el. Su pecho dolía, sus manos sudaban y su cabeza retumbaba por querer tenerla en sus brazos."

Narra Severus Snape.

La vida para mí nunca fue feliz, mi madre había sido golpeada por mí padre muggle, el deseo más grande que anhelaba era solo ser un mago poderoso para defenderla. Aunque tampoco podía librarme de los golpes. Pero un día, una hermosa niña decidió, por si misma ser mi amiga, lo cual, me enterneció demasiado. No le importaba mi físico, no le importaba mi economía, ella solo me veía como alguien en quien confiar.

Hasta llegar a Hogwarts, creímos que seria una nueva aventura para nosotros pero me... Equivoqué.

¿Qué recibí? Lo mismo. Más frustración.

James Potter y sus amigos, lo echaron a perder todo poco a poco en cuestión de años.

Hasta que mi amada Lily, decidió dejarme para quedarse con aquel cuatro ojos. Acepto que fue mi culpa, jamás debí tratarla como lo hice. Solo quería que fuera feliz, quería que recibiera todo el amor que no le pude haber dado.

Volviendo a la actualidad.

Aquel recuerdo lo tormentaba cruelmente. El recuerdo de Lily Evans, la primera persona que lo entendió, que lo aceptó, qué lo amó. Parecía que había reencarnado en una alumna de quinto año, unicamente para torturarlo.

-Lily... ¡Perdoname! ¡Se que hice mal pero no me tortures asi! - se cubria su rostro con sus manos. -No debí tratarte de esa manera. No debí mencionar nada de la profecía al Señor Tenebroso. ¡Es más! ¡No debí unirme a él en primer lugar!

No queria pensar en ello, pero le era imposible sacarla de su cabeza.

-Quiero.... Quiero seguir... Dejame.... ¡Dejame seguir adelante! -Gritó frustrado.-Quiero...¡Agh! - tiró su papeleo de su escritorio. - Siempre me sentí atraído a ella.... Desde que llegó a Hogwarts. Desde que era una niña y ahora que es una mujer... ¡No puedo! ¡No puedo!

El rostro de T/N y de Lily Evans aparecía en su mente una y otra vez.

-Se parecen tanto en su interior....

El hombre se sentó en su silla totalmente cansado de tanto pensar.

-Quiero dejarte ir... Lily.... - soltó una lagrima de sus ojos.

Por primera vez, estaba siendo sincero consigo mismo. No queria sufrir más, no quería seguir pensando en el pasado y que eso mismo lo torturase. Aunque... Ese dolor, le hacía pensar que Lily seguia con el.

-No puedo dejarte ir... Pero...T/N....-miró al techo pensando únicamente en aquella chica y visualizando su hermoso rostro hasta quedarse dormido.-

Volviendo con T/N Kuri.

Después de aquella conversación con el profesor de pociones, T/N se sentía estropeada, esos pequeños destellos de confusión de sentimientos de amor que había llegado a tener por el profesor Snape, habían sido una ola de equivocaciones.