Capítulo 17

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Somos...

Las semanas que le siguieron a la muerte de su padre, Build se negó tajantemente a dormir en un sitio que no fuera con él, argumentando el hecho de que temía que al mayor le dieran pesadillas por lo sucedido, y Bible realmente no hubiese puesto objeción de no ser porque Wanwat los había descubierto ya.

Una mañana justo antes de que sonara el despertador el Pelinegro sintió la incómoda sensación de que su sueño era observado por alguien, y al abrir los ojos se encontró mi más ni menos que con el mayordomo parado junto a su cama y mirándolos con los ojos entornados y un rictus en los labios que le hizo pegar un brinco de espanto tal que por poco y lanzaba al otro extremo de la habitación a Build, quien había estado dormido placenteramente sobre su pecho.

Wanwat no comentó nada de lo sucedido, empero sus ojillos siniestros e iracundos hablaban por él. Desde entonces Bible se encontró suplicándole a Dios más a menudo porque el anciano supiera mantener su boca bien cerrada y no le dijera algo de aquello al padre de Build o ya podía contar los día que le quedaban de vida con los dedos de una mano. Aunque a razón de la verdad si Wanwat tuviese intenciones de delatar su actitud para con su protegido ya lo hubiese hecho desde hacía bastante tiempo. Y es que si algo debía de admitir era que Build y él eran poco menos que indiscretos frente a él.

A demás, como si eso no fuese suficiente para crearle una lenta y cruel tortura de incertidumbre, también estaba el hecho de que Build cada día le pedía más contacto; poco a poco se había vuelto más ansioso de caricias y besos fugitivos. El mayor incluso había comenzado a pensar que su pequeño niño estaba intentando crecer más a prisa cada día por él. Había veces en que sus ojitos de chocolate lo miraban con una melancolía que calaba los huesos y apañaba el corazón. Aún no podía encontrarle una razón a ese sentimiento y algo en su cabeza le decía que Build le escondía algo y por ellos había empezado a comportarse de esa forma.

Pero el chiquillo no sería capaz, se decía una y otra vez para intentar tranquilizarse y ahuyentar esa idea estúpida de su cabeza. Build y él no tenían secretos.

—A Manzanilla no le gustan las historias de terror nong—dijo la suave y melodiosa voz de Build aquella noche. Se había metido en las cobijas con sus peludos amigos y una lámpara de mano que había encontrado en uno de los cajones del Pelinegro—, pero Menta quiere que nos cuentes una.

El aludido que acababa de salir de la ducha rodó los ojos y se sentó con pereza en el borde de la cama a terminar de secarse el cabello. Otra noche en la que no podía ni siquiera pensar en mandar a Build a su habitación. Era una suerte que su padre estuviera de viaje casi siempre, y que además no tuviera gusto por ir a ver a su hijo por las noches y desearle dulces sueños. O lo que encontraría seguramente podría movilizar a una flotilla de marineros y un escuadrón de artilleros, o en su caso a todo el cuerpo de seguridad del jefe Dissayarin y Bible no supuso que aquello era mucho peor opción.

—A mí me parece que lo importante no es si a Menta le gustan las historias de terror—alegó levantando las cobijas para descubrir a su pequeño entretenido en apuntarse la cara con la lámpara y lanzar gruñiditos de monstruo que lejos de dar miedo provocaban la más infinita de las ternuras,

Build al verse sorprendido escondió la lámpara a su espalda y compuso un gesto de inocencia tan creíble que aún si lo estuviesen acusando de homicidio múltiple absolutamente nadie podría dudar de su inculpabilidad. Bible le sonrió, encandilado con ese simple gesto y le tomó el rostro delicadamente para apretar con suavidad sus labios contra su perfecta y casta frente.

—No me respondiste—le susurró satisfecho al ver como las delgadas piernitas de Build desfallecían abruptamente con ese beso, y dejándolo completamente sentado sobre el colchón con las mantas cubriéndole hasta la frente.

"My Little Sunshine..." Parte I  (Bible & Build)Where stories live. Discover now