4

20 6 1
                                    

Youngjo recién llegaba a su hogar luego de haber ido a comprar nuevos materiales para sus dibujos, horas antes sus padres lo habían puesto al corriente de lo que pasaba en la familia Yeo y sobre el nuevo huésped que estaría en su casa por un tiempo así como que ahora tendría un nuevo ayudante para su galería la cual estaba prácticamente lista.
Siempre había sido su sueño poder mostrar al mundo el amor que le tenía al arte y ahora lo iba a lograr.
Cuando entró a su casa lo primero que hizo fue ir a visitar a ese lindo chico que se encontraba recostado en su cama

—Hwannie ya estoy aquí—

—Hyung veo que viniste a verme— dijo el chico sin ánimos

— ¿Quieres que hablemos sobre lo que pasó? — preguntó el pelinegro con tono suave, quién recibió por respuesta un ligero asentamiento con la cabeza.

Después de ponerlo en contexto Hwanwoong no pudo evitar preguntarse si el pelinegro no lo vería con desagrado

— De seguro piensas que no soy normal verdad? Entenderé si no quieres ser más mi amigo— dijo con un tono decepcionado

—Hwan todo está bien, no me importa tu orientación o quién te gusta solo quiero que seas feliz y te sientas bien con quién eres— trató de actuar con desinterés pero en realidad estaba muy feliz al saber que tal vez y solo tal vez podían ser algo más que solo amigos— siempre te voy a querer por quién eres, no lo dudes ni por un segundo

—Gracias, de verdad eres una persona especial en mi vida, no me imagino un futuro si no estás en el— exclamó el rubio con sinceridad — eres mi mejor amigo

Ahí las ilusiones de Youngjo se esfumaron, una vez más regresaba a la realidad donde Hwanwoong jamás lo vería como algo más, evitando el tema por completo decidió darle un recorrido por su gran mansión, le mostró lo básico entre ellos una habitación que el pelinegro llamaba "el trauma de su madre"

—Esta es la última habitación, es un cuarto diseñado para danza, mamá creyó que sería niña así que acondicionó está habitación porque su plan era que aprendiera ballet. Irónicamente fuí chico y odio el ballet — Youngjo no podía describir la expresión que tenía Hwanwoong en la cara, parecía como un niño pequeño— Pasa algo?

—Es muy bonito— dijo tratando de no parecer demasiado sorprendido

—Si bueno, si de algo te sirve o quieres usarlo de cuarto de tareas siéntete libre de hacerlo, nadie le da un uso en realidad— comentó mientras cerraba la puerta— Si me disculpas tengo que terminar un trabajo, cualquier cosa puedes pedírsela a la mucama o irme a ver al estudio

Y así se marchó dejando a un Hwanwoong emocionado, quién no podía esperar a estrenar ese lindo estudio de baile, tenía barras, espejos e incluso contaba con un pequeño equipo de yoga que se podría usar para realizar calentamiento, el pelirubio definitivamente no podría esperar más así que corrió a ponerse ropa cómoda e ir por una botella de agua para finalmente regresar a ese pequeño estudio no sin antes asegurarse de que Youngjo no lo descubriría.

Hwan decidió asomarse solo un poco, tal y justo como pensaba Youngjo tenía audífonos a todo volumen y no sería posible que lo escuchara, involuntariamente se quedó observandolo unos minutos más quedando cautivado por la manera en la que Youngjo ilustraba aquel dibujo que apenas empezaba a tomar forma.

Antes de que el chico se diera cuenta que el rubio lo estaba espiando se fue para seguir su camino hacia aquella habitación con la que había quedado embelesado.

Youngjo no era tonto, sabía que Hwanwoong lo había estado observando pero en realidad le dió igual, prefirió seguir con su trabajo para poder olvidar aquel momento donde una vez más el pequeño chico le había cortado las alas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Youngjo no era tonto, sabía que Hwanwoong lo había estado observando pero en realidad le dió igual, prefirió seguir con su trabajo para poder olvidar aquel momento donde una vez más el pequeño chico le había cortado las alas.

En los sueños del pelinegro estaba la clara imagen donde se armaría de valor para confesar sus sentimientos hacia el pelirubio, no importaba si lo rechazaba al menos todo quedaría claro entre ellos ¿No? Pero si era realista eso jamás pasaría, era muy cobarde así que prefirió seguir haciendo lo que mejor sabía, pintar.

Siguió progresando en su obra sin noción del tiempo hasta que decidió mirar su teléfono y cambiar de canción, la que sonaba era una de sus favoritas, Black Swan en su versión de orquesta, encontraba esa canción tan profunda, enigmática simplemente era hermosa pero aquella felicidad fue interrumpida cuando su celular cayó al piso jalando de golpe sus auriculares. Youngjo quedó en shock al darse cuenta que la canción seguía sonando pero no provenía de su celular si no de una habitación.

Algo extrañado decidió seguir la melodía hasta encontrar que en realidad provenía de aquel estudio que horas antes le había mostrado a Hwanwoong, pero lo que más le sorprendió fue verlo bailar al compás de la melodía, su cuerpo parecía de goma por la flexibilidad que menejaba, sus movimientos eran precisos, sus expresiones faciales te hacían sentir cada mínima emoción posible, irá, miedo, dolor, odio, todo aquello era lo que Youngjo estaba presenciando.

Era único, no había otra palabra. Estaba impresionado aquel pelirubio era perfecto, podía quedarse horas mirándolo sin aburrirse, sentía una gran inspiración al verlo retorcer sus articulaciones como si fuera aquel cisne negro en persona. Con tanta inspiración salió corriendo a su estudio para hacer lo que más amaba, retratar a Hwan, pero este debía ser único tal y como su manera de bailar.

Pintó todas las técnicas posibles pero quedándose con su favorita, óleo, no habría mejor material para aquella pintura. Horas y horas pasaron, sus manos estaban adoloridas y su ropa llena de pintura pero poco importaba con tal de poder llevar al lienzo aquella imagen que estaba tan vivida en su mente.

Una vez su trabajo estaba terminado dió pasos atras para contemplar aquella obra maestra, era sublime, quiso fotografiarla con su celular pero se sorprendió al ver la hora, eran las once de la noche, 6 horas aproximadamente era el tiempo que había invertido en aquella obra maestra. Bastante agotado cubrió la pintura para después dirigirse a su habitación para caer rendido de sueño pasando por alto un pequeño detalle, la manta no había sido bien colocada así cayendo al suelo.

Por otro lado un Hwanwoong agotado de tanto bailar se dirigía a su habitación en busca de un descanso, desviandose primero al estudio de Youngjo donde algo captó su atención, la luz de la luna iluminaba una gran y majestuosa pintura que por alguna razón el pelirubio sentía una curiosidad enorme por ver, no quería parecer un entrometido pero supuso que un vistazo no le haría daño a nadie.

Una vez dentro encendió la luz de aquel cuarto quedándose inmóvil.

Era el, el bailando aquella coreografía que tanto amaba, aquella que había perfeccionado durante meses dejando sangre sudor y lágrimas, la pintura era bella pero el hecho de pensar que Youngjo la había creado, de solo pensar que su secreto más íntimo había sido expuesto le revolvió el estómago así que optó por dejar todo como estaba para ir finalmente a dormir.

Era el, el bailando aquella coreografía que tanto amaba, aquella que había perfeccionado durante meses dejando sangre sudor y lágrimas, la pintura era bella pero el hecho de pensar que Youngjo la había creado, de solo pensar que su secreto más ínt...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

🥀Les dejo la canción en caso de que no la conozcan🥀

Entre Óleos Y Melodías Where stories live. Discover now