𝗗𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝘆

𝟎𝟏.

1 año atrás...

—No, no, no—un pequeño Omega de tan solo 21 años recien cumplidos lloraba al ver la prueba positiva sobre la tapa del inodoro, ¿ahora que haría? El alfa imbecil que lo había embarazado se había marchado luego de morder a otra omega hace una semana.

Incluso estaba aterrorizado por la reacción de sus padres, si bien a ellos no les gusto que su hijo único varón fuera Omega, ahora menos les va a sentar una noticia de embarazo, él necesitaba a su mejor amigo, y cubriendo su inexistente vientre lloró un buen rato contra la taza del baño.

Luego de haber llorado un buen rato, se levantó, enojado consigo mismo de haber caído tan bajo, se miro al espejo, se lavo la cara y se dijo a sí mismo que él sería la mejor madre omega, soltero, no importa, el no necesitaba a un estúpido alfa para salir adelante, él no necesitaba siquiera de sus padres, él ya lo tenía decidido.

—Jay, necesito que me consigas un vuelo para Washington está misma noche, ¿podrías?—Jungwon hablo con su mejor amigo a través de la línea de teléfono empacando lo más necesario en sus dos maletas.

Jay era el mejor amigo de Jungwon, el alfa conoció a Jungwon a los 7 años, cuando encontró a un pequeño niño llorando en un parque cuando tan solo tenía 11 años de edad, él estuvo para Jungwon ayudándolo en todo lo necesario y cuidandolo como su hermano.

Incluso Jay ya sabía todo sobre su embarazo.

—Claro que sí Wonnie, te conseguiré el vuelo y puedes hospedarte aquí en mi casa, déjame te hago la reservación y te mando la información por mensaje ¿Te parece?—dijo el pelinegro sin mirar la cámara, incluso empezando a teclear en la computadora.

—Claro Jaynnie, te colgaré y terminaré de arreglar las maletas—y cuando escucho el "Adiós" de su mejor amigo, colgó.

Su vida no iba a acabar ahí, estaba seguro.

Actualmente.

—A ver bebé, voy a ponerte este hermoso conjunto e iremos a ver al tío Jay, tengo que ir a la academia a estudiar y regresaré en la noche, porque luego de la academia tengo que ir a trabajar, tu ya sabes—Habló con su cachorro de 10 meses recién cumplidos, escuchando sus balbuceos.

Jungwon solo sonrió y tomo las cosas de su cachorro en la maleta y la metió a su carro, dejando a su cachorro en la sillita personalizada que había hecho con su primer sueldo, el camino hacia la casa del alfa fue tranquilo y corto, cuando llegaron a la casa de este, solo tocó la puerta y abrió la cuidadora de la casa —por no decirle personal de servicio— y saludando pasó directamente a la oficina de Jay.

—Ey llegaste—el alfa saludo a Jungwon con un beso en el cachete y recibió en los brazos al pequeño cachorro.

—Cuídalo con tu vida Jay, sabes que Daniel es mi pequeño caramelito—le tomo la mejilla al pequeño cachorro y Jay rio.

—Llevas medio año repitiendomelo cada que me lo dejas—rieron.

—Es verdad, bien, entonces ya sabes de sobrado todo, llámame si necesitas algo, que se diviertan mucho hoy—le dejo un beso al alfa en la mejilla y otro a su cachorro.

—Que te vaya bien en la academia!

—Baba—el pequeño Daniel balbuceó y Jungwon sonrió feliz.

—Jungwon! Que alegría de verte.—un alfa saludo a Jungwon ya en la aula.

—Hola Riki, ¿como estás?

—Muy bien gracias por preguntar, ¿Y tú? ¿Y Daniel?

—Estamos muy bien también.

—Eso es bueno.

Y la conversación murió ahí al ver al instructor entrar a la aula, comenzando con la instrucción de hoy.

—Me es de mi agrado informales que ya estamos a una semana de terminar el curso, la academia va a realizar la ceremonia de graduación el fin de semana que viene, todos han demostrado ser unos grandiosos policías, incluso a unos de nuestros mejores omegas—los alfas y omegas que estaban a su alrededor comenzaron a aplaudir hacia Jungwon, quien sonrió sonrojándose levemente.

>> También es de mi agrado informar que diez graduados de aquí serán seleccionados para cubrir un evento en New York, de dos días la otra semana.

Y Jungwon vio eso como la oportunidad de ejercer su trabajo como debía ser y ante ese pensamiento, sonrió con su Omega hincandose orgulloso en su pecho.

—Eso es genial Wonnie —Dijo Jay celebrando con un vino.

—Lo es! Pero, si me eligen, no sé quién me va a cuidar a Daniel tres días.

—Pues yo.

—Jay, tu tienes que trabajar, estás ocupado con la empresa y—Jay lo interrumpió.

—No importa, yo trabajaré desde casa, y si tengo que salir lo llevaré conmigo, además, solo son tres días, no te vas a desaparecer un mes.

—Es verdad, no me he separado tanto tiempo de mi cachorro.—hizo puchero viéndolo dormir en el sofá.

—Tu solo diviértete, conoce gente nueva, haz tu trabajo, no sé, que tal que consigas un alfita por ahí.—insinuo rodando la copa entre sus dedos.

—Ey ey, ya estás tomado, hora de dormir—alzó una ceja hacía Jay, en realidad el no estaba tomado, apenas habían abierto el vino.

—¿Por qué intentas evadir el tema Jungwon?, ya es hora de que lo superes.

—Él ya está superado Jay, más que nadie lo sabes, pero es difícil, nadie va a querer un Omega con un hijo, sabes que los alfas son muy raros.

—Lo sé, pero no todos son así Jungwon, si, hay varios imbéciles y hay otros peores aún, pero yo no voy a poder ser el único alfa en tu vida y en la de Daniel, tienes que seguir adelante, apenas tienes ventidos, estás en la academia, trabajas, fuiste madre omega a temprana edad y lograste salir solo, y sabes a lo que me refiero—Jay le tomo la mano reconfortante sobre la mesa.

—Lo sé...

—Entonces no se diga más, disfruta todo lo que puedas el evento de la otra semana, mientras, quédate hoy, es muy tarde para que vayas a casa.

—Está bien, gracias.

—Nada que agradecer Won...