𝟎𝟐.

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—Es tu día de descanso, disfrútalo Won.—le dijo Jay alcanzandole a Daniel, hoy era jueves y no tenía academia pero si tenía turno en la cafetería hasta en la noche.

—Gracias Jay, disfruta tu también —el Omega se rió de su propio chiste, Jay no podía descansar porque tenía que viajar a New York a algunos asuntos de la empresa en la noche, por lo tanto tendría que alistar el resto del día.

—Ja Ja Ja.—el alfa solo lo miraba con cara mala mientras Daniel se comenzaba a reír en los brazos de su padre.

—Me voy, adiós Jaynnie—le beso la mejilla burlón y salió de la casa a paso rápido ante el gruñido leve del alfa.

>>Bien amor, estamos los dos, ¿qué quieres hacer hoy?, soy todo tuyo—le hablo a su cachorro mientras le abrochaba el cinturón de su sillita.

—BaBaaaa—balbuceó en voz baja después de que su padre se haya sentado en la silla del piloto.

—Lo que mi cachorro pida—Jungwon le pico la nariz con su dedo índice mientras de rapidez conectaba su celular al Bluetooth del auto colocándole algunas canciones infantiles.

El transcurso del día fue tranquilo y entretenido para el tiempo de padre e hijo, luego de comer fueron a cine, luego a comer un helado y luego al parque, Jungwon suspiro mirando la hora del reloj de su muñeca.

—Seis y media—volvio a suspirar y llamo a Daniel para partir de nuevo hacia el hogar de Jay, Jay dijo que lo cuidaría hasta las diez que terminaba su turno y luego de eso el alfa se iría.

—¿Baba?

—Sabes que si amor, tengo que trabajar, pero vendré por ti cuando termine el turno, iremos a casa y dormiremos juntos, ¿Te parece?—hablo cuando ya estaban en la puerta de Jay, el cachorro solo hizo sonar su chupete.

>>>Bien, entonces pórtate bien, te amo muchísimo—le dió un beso en la nariz mientras le revolvía su cabello y lo dejaba en brazos del alfa que no había dicho ni una palabra al no querer dañar el momento de padre e hijo.

—El siempre se porta bien, es un buen cachorro.—dijo Jay felicitandolo—entonces como es un buen cachorro le voy a dar muchos dulces.

—Ehhh, no Jay, ni lo pienses.

—¿Y por qué no?—el alfa reto burlón al Omega que tenía un gracioso ceño fruncido en la cara.

—Porque no, sabes cómo se coloca Daniel cuando come dulce.

—Ay déjalo, es una vez al mes, además, no me digas que hacer cuando tú aún le das leche a Daniel—el alfa saco la lengua infantilmente mientras Daniel reía en sus brazos.

—En mi defensa, todavía tengo lactancia hasta que el cumpla por lo menos dos años y medio—lo dijo con mala cara, sin querer admitir que le gustaba aún darle leche de su pecho a su cachorro.

—Como digas, ve que te estas tardando para irte a trabajar—y lo despidió, Jungwon solo resoplo y volvió a su auto, mirando por última vez al alfa y a su cachorro.

Cuando llegó y recibió el turno, rogaba mentalmente para que fuera de lo más tranquilo, por lo general, a las siete que comenzaba en forma, le tocaba de aquí hacia allá, la cafetería quedaba cerca de varias empresas, por lo que algunos de los empleados frecuentaban el lugar justo en la noche.

Por eso esperaba que hoy no fuera de esa manera tan atrajeada.

—Deberías poner buena cara Yang.—le dijo su jefe saliendo de la cafetería luego de haber criticado su cara de aburrido.

—No le hagas caso, sabes cómo es de burro.—Sim Jaeyoon, o Jake, un Omega que trabajaba junto a el como mesero, era un chico bonito, de cabellos rubios, labios gruesos y muy tierno y divertido.

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