𝗗𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝘆

𝟎𝟒.

—Dale la leche, dejé las mamaderas llenas de la mía e igual tienes varios termos de su fórmula, no creo que cinco mamaderas le duren tres días, con lo glotón que es—fue interrumpido.

—Si Won, ya se que a Dani le encanta tu leche y blah blah blah—Jay todo los ojos haciendo reír a Jungwon.

—Bien, gracias Jay, enserio, está es mi oportunidad, estoy nervioso.—el Omega se mordió los labios insistentemente mientras miraba la pantalla grande en la embarcación del aeropuerto, a su lado estaba Riki, solo que estaba más animado en hablar con Jake, quien también estaba ahí.

—No tienes por qué estarlo, vas a estar bien, vas a cubrir el evento genial con tu equipo y te vas a conseguir un sexy alfa.

—Jodete Jongseong.—Jungwon río perdiendo todo su nerviosismo, meciendo a su cachorro en sus brazos antes de escuchar el parlante en dónde llamaban a su vuelo.

—Figthing!-Dijo Jay y Jake mientras el último mencionado tomaba su cachorro en brazos, y Jungwon antes de soltarlo le dió dos besos en la mejilla mientras le revolvía el cabello.

—Te amo Dani, pórtate bien con el tío Jay ¿está bien?

el bebé solo balbuceó.

—Dice que si, que te vayas ya—Dijo Jay riendo y Riki tras el también río y limpiándose las lágrimas dejo un beso en la mejilla de Jay y Jake.

—¿Estás bien?—pregunto el alfa.

—Si, no te preocupes —suspiro sentandose en su asiento justo al lado de la ventana.

El transcurso de Washington a New York no fue un trayecto de mucho tiempo, pero su vuelo había salido de noche, por lo que solo les quedaba esa noche para descansar en su suite en el hotel y mañana se definiría que haría.

A la llegada del hotel cada quien tomo caminos diferentes, ya que a la mayoría de sus compañeros los despacharon rápido, dejandolo a el en la recepción esperando a la recepcionista que quien sabe en dónde carajos se había metido luego de haberle dicho que la esperara un momento.

—¿Llevas mucho tiempo esperando?—El Omega se puso a la defensiva al principio, levantando la vista de su celular un golpe de feromonas de cítricos le golpeó la nariz.

Y su corazón comenzó a latir locamente desesperado.

—Ehh—vio al alfa, ese mismo con el que había tenido una breve conversación hace una semana en la cafetería.—N-No.

O sea, si, pero no.

—Ya veo..—y Jungwon rezó para que la conversación muriera ahí.—¿Como está tu cachorro?—Oh joder, su cachorro.

—Bien, si.—El Omega se regaño mentalmente por hablar como un imbecil.

El alfa quedó más que satisfecho con la contestación y antes de que esté pudiera volver a decir algo escucho como la recepcionista salía del cuarto de atrás y se volvía a sentar en su puesto correspondiente.

—Bien, lamento la demora—la beta pidió amablemente la tarjeta de Jungwon, quién se la dió.

—Yang Jungwon, tu suite está en el piso diez y es el cuarto ocho.—dijo sin mirarlo y colocando la tarjeta de nuevo en el mostrador.

—Muchas gracias, que tenga buena noche—el Omega solo hizo una leve reverencia hacia el alfa que se veía con una mirada interesada luego de escuchar a la recepcionista—o solo era la imaginación de Jungwon—y cogió las maletas para comenzar a caminar hacia el elevador.

Suspiro al ver el número del elevador, estaba en el piso uno, y el elevador estaba en el quince quieto, talvez había gente bajandose.

—Que casualidad volverte a ver aquí, ¿algún evento especial?—escucho de nuevo la voz del alfa que había dejado en la recepción.

—Si, me gradué hace tres dias de la academia del FBI, vengo a cubrir el evento de mañana, luego de eso me regreso a Washington.—Dijo sin mirarlo, mirando más bien el número del elevador, cinco.—¿Y usted?—lo miro por primera vez en la noche.

—Oh felicidades, también vengo a un evento.—No dijo mucho y Jungwon tampoco pregunto para no verse grosero o interesado, más bien se limito a hacer un sonido de que lo había escuchado y el elevador se abrió vacío, entrando en el, siendo seguido de nuevo, por el alfa, viendo que nadie más iba a entrar en el elevador.

Sentía demasiado calor, no esperaba encontrarselo aquí, en realidad él no esperaba volver a ver a ese alfa después del pequeño desliz en la cafetería de rechazo—según el omega— pero aquí estaba en el mismo hotel que él, juntos en elevador y en un silencio incómodo.

—¿A qué piso vas?—pregunto siendo cortéz, aunque estaba seguro que el alfa ya se sabía de sobrado la información de su suite.

—Al diez por favor.

—Bien, vamos para el mismo entonces.

Y el silencio volvió a caer.

¿El alfa lo estaba acosando? No quería ni pensar en eso, el alfa no se veía mala persona, es más, el alfa parecía alguien adinerado, fino y respetuoso, se permitió detallarlo, cabello medianamente largo y tinturado de plateado, su perfil marcado y su manzana de Adán notable, nariz fina, algunas argollas colgaban de sus orejas, un tatuaje de estrellas pequeñas en la parte de abajo de su oreja derecha y una vestimenta casual.

Y un carraspeó lo saco de sus pensamientos.

Se sonrojó al instante al saber que el alfa lo había tomado con las manos en las masa viendolo.

—Que tengas buena noche.—lo vio salir del elevador y camino ocho cuartos hacia enfrente, y luego lo perdió de vista apenas entró.

El omega suspiro mirando el número de los cuartos hasta que su garganta se seco al mirar la zona de su suite.

¡¿Que carajos?!

Alguien que venga y le diga que le está jugando una maldita broma, la puta suite del alfa que le había hecho un desastre en su cabeza quedaba justo al lado de la suya.

Justo. Al. Lado. De. La. Suya.

Su Omega en su interior se rió del poema que era su cara desencajada mirando una y otra vez el número como si sus ojos le estuvieran jugando y en realidad su cuarto era la otra esquina de ese puto hotel.

Madre luna, alguien que lo ayudará.

IMPORTANTE: Aquí en este capítulo puse que Daniel balbuceaba, por lo que le cambié la edad al bebé, ahora no tiene 4 tiene 10 meses, junto a qué Jungwon ya no tiene 21 ahora tiene 22 y que ya no tuvo el bebé a los 17.