Cap 21

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La noche había sido simplemente "mágica" y Jimin no recuerda haber tenido un mejor momento en su vida antes de éste.

Después de darse mutuamente un espectáculo de baile y canto cenaron en un hermoso restaurante, parecía que iban levitando camino a casa, dispuestos a perderse el uno en el otro.

Eran las 10 de la noche cuando decidieron regresar a casa tras una lenta caminata, tomados de la mano como si nada más en el mundo importara, sonriendo como niños pequeños, embobados el uno en el otro, enamorados.

Las luces estaban encendidas, Jungkook no le dio importancia, Jimin en cambio sintió que era extraño que haya olvidado apagarlas, él era muy cuidadoso con los gastos innecesarios y tener luces encendidas en una casa vacía, sin dudas lo era. De igual manera le restó importancia cuando al entrar y cerrar la puerta sintió los brazos de Jungkook rodearlo mientras sus manos se deslizaban por su cintura y sus labios besaban con impaciencia la parte posterior de su cuello.

Una risa baja los sacó de su momento y ambos se dirigieron a la cocina desde donde se escuchaban los ruidos sutiles, pero no imperceptibles.

Parados en la entrada de la cocina fueron testigos de sus padres quizás más cerca de lo que hubieran esperado.

SuJin estaba sentada en la encimera con el señor Jeon entre sus piernas dándole de comer una patata frita directamente de su mano. La imagen parecía ser de unos adolescentes en pleno comienzo de relación, estaban tan entretenidos que no habían sentido la puerta de la entrada ser abierta y cerrada, de lo contrario se habrían evitado semejante situación incómoda.

Una furia repentina se apoderó de Jungkook, su sangre se calentó, las venas de su cabeza se mostraban a relieve en su sien, su presión sanguínea aumentó al tiempo que su corazón bombeaba con fuerza, su garganta se secó y juraría que sentía un sabor agrio en su boca. Sus manos comenzaron a temblar y a sudar frío y cuando decidió alzar su voz el sonido parecía estar mezclado con un rugido.

—¿QUÉ DIABLOS SIGNIFICA ESTO?

SuJin dio un brinco y se bajó de la encimera acomodando con nerviosismo su ropa, el señor Jeon se exaltó de igual manera por la repentina presencia de ambos chicos en la estancia, no los había sentido llegar para nada y no era esa la manera en la que hubiera deseado explicarle a su hijo que deseaba rehacer su vida, nada más y nada menos que con su amiga y abogada.

Ya él había luchado en contra de sus sentimientos por demasiado tiempo, no es que en el momento en el que la recibió junto a su hijo en su casa tuviera dobles intenciones, realmente fuera de la antigua amistad con su difunto esposo y el sentimiento de culpabilidad por no haber estado disponible para el hijo de su amigo cuando más lo necesitó lo inundaron.

Sin embargo, ambos se sentían solos, eran personas de bien, atractivas, con aspiraciones en común, realizados profesionalmente, fue cuestión de tiempo para que el roce constante convirtiera la amistad en camaradería, la camaradería en necesidad de compartir algo más, la necesidad en deseo y el deseo en amor. No fue iniciado por nadie, ni planificado, simplemente sucedió.

—Hijo, queríamos darle la sorpresa por eso no les avisamos que regresaríamos hoy.

Se creó un ambiente espeso e incómodo, la mirada de SuJin reflejaba terror ante los destellos de odio que Jungkook le daba a su padre, al bajarla notó como el chico apretaba sus manos en un puño como si estuviera a punto de lanzarse sobre su padre en cualquier momento.

Jimin en cambio solo se mostraba confundido, pero no alterado, era algo que ya había previsto y no se sentía incómodo con la idea de su madre junto al señor Jeon, decidió hablar para relajar un poco la situación.

Dreams (Kookmin)Where stories live. Discover now