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Capitulo 29

Los meses pasaban volando cuando jungkook y jimin quisieron abrir los ojos ya jimin tenía tres meses de embarazo apenas podía verse su bultito en la panza todo los días se levantaba y lo primero que hacía era ir hasta el armario a un espejo de cuerpo completo que le había pedido a Jeon  que pusiera por que le quería verse todos los dias.

—kook por que aún no crece— dijo mientras se sobaba el pequeño bulto en la párate baja de su abdomen— tiene que estar más grande, son dos— jimin estaba haciendo puchero y es que ese era el diario vivir de jungkook—.

—Bebe, te lo dije ayer, apenas tienes 3 meses, hoseok ya te explico que tu cuerpo es pequeño y que por lo tanto tu panza no se verá tan grande si no hasta los 5 o 6 meses—.

—Kookie pero quiero que esté más grande— jimin ya iba a volverse un mar de lagrimas pero jungkook lo detuvo—.

—No vayas a llorar nene, porfavor, ayer también lloraste, sabes que eso es malo para los bebés—.

—Porque dices “los” quieres que sean niños? Y si son niñas no las va a querer?—.

—Sálvame Dios— jungkook estaba volviéndose loco con los cambios que el embarazo le estaba generando a jimin pero sabía que tenía que entenderlo era su primer embarazo y aún era muy joven— si los voy a querer amor, mejor vamos a desayunar tengo que irme a trabajar—.

Jimin se limpio las lágrimas y agarro la mano mano de jungkook, su pequeña mano quedó cubierta por la gran mano de Jeon y salieron de la habitación hasta bajar al comedor para poder desayunar, ya que uno de ellos tenía que trabajar, pues Jeon pensaba que no era momento de tomarse una licencia de trabajo aunque pudiera hacerlo por que el era el jefe, pero quería seguir trabajando hasta que ya jimin no pudiera quedarse solo el tuviera que estar ahí.

Jungkook se sentó y jalo a jimin para que se sentara encima de él, le sobo la barriga como solía hacerlo siempre amaba tanto a sus pequeños frijolitos como solía decirles y amaba aún más a jimin era su felicidad completa, siempre se preguntaba en qué momento ese niño se volvió su felicidad.

Nayeon llegó con dos desayunos uno especial para Jimin ya que a este todo le daba asco o terminaba vomitandolo al cabo de segundos, minutos o horas.

—Aquí esta, huevos con tomate y pan, hijo de verdad vas a comerte eso?— los antojos de jimin eran muy raros—.

—Shi, sabe rico mama, quieres?— dijo alzando un pedazo de pan que ya tenía huevo y tomate, jimin cada día con el embarazo se volvía más aniñado, más sensible, más convencido, pero ni nayeon ni jungkook quisieron darle atención pues ellos pensaban que eran síntomas por el embarazo y el revuelo de hormonas que tenía—.

—No hijo, prefiero comer cosas normales, jungkook hoy vienes a cenar?—.

—Si nana, creo que la reunión con Min sera rápida, jimin recuerda que tae viene luego del almuerzo, porfavor nayeon supervisa que no hagan nada estupido y sin JUEGOS SEXUALES— jimin lo miro con los ojos lloros por el grito y haciendo un puchero— sabes bien por que lo hago—.

—T-tu no quieres jugar ya conmigo, tae si—.

—Hay que cuidar a los bebés jimin, no podemos jugar, solo compórtate, puedes hacerlo nene?— jimin asintió en repetidas ocasiones para hacerle saber a jungkook que si había entendido— bien me voy, nos vemos en la noche, te amo— le dejo un beso en los labios antes de ponerlo de pie y luego hacerlo el y poder marcharse—.

Lo último era verdad en los últimos tres meses jungkook no había querido tocar a jimin, le parecía tan frágil y fácil de romper sobre todo sus hijos amaba a sus hijos y no quería dañarlos por ningún motivo, así que se había limitado solo a besos, no había mas nada entre ellos dos ni manoseadas nada en absoluto, jungkook se encerraba horas en el baño, se sentía un adolescente hormonal, había perdido la cuenta de cuántas pajas se había hecho los últimos tres meses, jimin se daba cuenta de esto y siempre se le insinuaba pero jungkook siempre buscaba la excusa perfecta para no hacer nada.