ADIRA- La Reina de la Oscuridad *amor lesbico* mujer y mujer*

Capitulo 14

BEA

Sentía que todo el estrés y cansancio de las últimas horas, finalmente comenzaban a sentirse.

De repente me encontraba en los brazos de Adira, apenas podía mantener los ojos abiertos, pero podía sentir que nos movíamos bastante rápido.
Los sonidos eran tan borrosos como mi visión.

Cuando abrí los ojos me encontraba en la mansión de Emilia.

-«Descansa, ya estás a salvo» Adira acarició mi rostro y sentí que mi mejilla se humedeció.

«Acaso estuve llorando?»

Adira subió por las escaleras y me tomó en sus brazos, hundí mi cara en su pecho pues sentirla tan cerca me llenaba de tranquilidad. Los latidos de su corazón me guiaban hacía un sueño profundo.

Entramos a una habitación enorme y Adira me recostó sobre unas sabanas de seda, apreté mis brazos fuertemente para no dejarla ir, a pesar de que me consideraba una persona valiente, me invadía el miedo al pensar que podían llevarme de nuevo.

Adira se recostó a mi lado y me envolvió en sus brazos.

-«No iré a ningún lado» Su voz tan dulce como sus ojos color miel. -«Descansa, yo estaré aquí cuando despiertes»

ADIRA

La luz de la luna se filtraba a través de la cabaña, la luz plateada cubría los árboles y se reflejaba a través del lago.

La lámpara de gas que tenía a mi lado llenaba mi pequeño porche de una luz tibia color naranja.

La puerta de la cabaña se abrió detrás de mí y una sonrisa se dibujó en mi rostro.

-«Quieres compañía?» Preguntó Janelle con una sonrisa.

-«La noche no estaría completa sin ti» Contesté mientras veía como el brillo de la luz naranja se reflejaba en sus ojos azul oscuro.

Janelle se sentó a mi lado y recostó su cabeza en mi hombro. Nos quedamos en silencio admirando los sonidos de la noche, el viento, los grillos, las ranas.
Cerré los ojos para disfrutar de su compañía, ella lograba llenarme de paz y tranquilidad, había ocasiones en las que no era necesario mencionar una sola palabra para demostrarnos el gran amor que había entre nosotras.

Un ruido que venía detrás de la cabaña nos alarmó, fue el sonido de una rama quebrándose por la mitad.

-«Iré a ver que es» Dije mientras me levantaba

Como la reina del mundo inmortal, tenía muchos enemigos, algunos querían tomar mi lugar y otros querían venganza.

Rodeé la cabaña hasta la parte trasera, pero no había nada, ahí fue cuando el viento cambió y pude distinguir un olor familiar. Kyle.

De pronto escuché los gritos de Janelle, inmediatamente supe que había cometido un grave error.

Corrí hacia el frente de la cabaña lo más rápido que pude y cuando llegué al porche ahí estaba Janelle. Su cabeza atrapada entre las garras enormes de Kyle, sus ojos grandes llenos de miedo y desesperación.

-«Adira...» Susurró.

-«Kyle...» Mi voz temblaba, el recuerdo de la noche en que Kyle mató a nuestro padre vino a mi mente.

-«Por favor.» Le dije

En su forma de lobo, Kyle no podía hablar, pero pude ver como sus labios se retorcían entre lo que parecía una sonrisa malvada.

Me lancé hacia enfrente, mi vida entera se encontraba a unos pasos de mí.

-«NO!» Grité.

Y Kyle enterró sus afilados colmillos en el cuello de Janelle.