03 | Decisión

1.1K 138 58
                                    

*Leer la nota final del capítulo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*Leer la nota final del capítulo

🗓6 de Junio
🌍Baku, Azerbaiyán
📍Circuito callejero de Baku.

Definitivamente aquél no era el resultado que esperaba, estaba molesto, muy molesto así que cuando anunciaron su retiro y metieron el monoplaza de vuelta al garage él no quiso  hacer nada más que regresar a su habitación y fue eso lo que hizo, agradeciendo que lo dejarán y también agradeciendo que le permitieran dejarse el casco hasta que entró y pudo quitárselo a gusto. Seguramente su rostro mostraba lo disgustado que estaba y no quería que nadie lo viera de esa manera.

Merde...— murmuró al quitarse la balaclava para después dejarla dentro del casco.

Encendió la televisión pues quería terminar de ver la carrera para saber si al menos Fernando era capaz de obtener una buena posición que les asegurara algunos puntos para el campeonato. Esteban se levantó de su cama, tomando la pequeña maleta que llevaba con él, buscando su celular, sin embargo, sus dedos rozaron algo metálico que definitivamente no era lo que buscaba pero que terminó sacando de todas formas.

El disgusto abandono rápidamente su rostro y fue emplazado por una enorme sonrisa que le es imposible esconder. Era una pequeña caja de metal azul, con algunos dibujos de algunos animales que apenas eran visibles a simple vista, Esteban la abrió y observó las pocas galletas que quedaban, le fue imposible no sonreír suavemente y recordar el momento en que Evie se las había dado


𝐅𝐋𝐀𝐒𝐇𝐁𝐀𝐂𝐊

Debe encantarte tu trabajo— dijo Evie sonriendo mientras le servía su café, Esteban la miró confundido —Siempre estás viajando.

—A veces es difícil— se encogió de hombros acercando la taza a él —Los cambios de horario tan bruscos son terribles, por eso procuro irme un par de días antes, así me acostumbro al horario.

—Ya veo— murmuró la castaña, sentándose frente a él, aprovechando que no tenía más clientes —¿Extrañas mucho tu casa cuando viajas?

—A veces estoy tan ocupado que no me da tiempo de extrañarla— dijo entre risas, Evie le sonrió y asintió comprendiendolo  —Pero extraño mi dosis semanal de azúcar. Me he vuelto adicto a estás galletitas de canela tuyas.

—¿En serio?— preguntó ilusionada, con los ojos brillandole.

Y es que el hecho de que alguien considerara su comida como parte de su vida diaria le hacía sentir especial, por alguna razón ese efecto se sentía cinco veces más fuerte ya que viene de Esteban y aunque lo conoce poco parece que es una persona que aprecia las cosas con el corazón.

Él asintió suavemente y le sonrió mientras bebía su café.

Ese mismo día, antes de que Esteban se fuera y después de que pagara su cuenta, Evie le tendió una lata azul con un pequeño moño blanco.

𝐁𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐀𝐍𝐃 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓  | Esteban Ocon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora