Capítulo 3: 11 de Septiembre

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La ventana era frágil y estaba a punto de caerse, como podría dejar que se caiga tan majestuoso marco con el cuál podría apreciar lo bello de este mundo. Y sí es así, ¿cómo sería capaz de admirar la belleza del interior? ¿Es cuándo más sabemos del mundo, cuándo más lo necesitamos? O solamente es un mundo imaginativo donde yo imagino todo y mi cerebro lo ve como yo quiero...
Fluye constantemente la idea de una transformación, de pasar de un simple marco clásico ya inquerible a la majestuosidad y lo hizo. Dejo que la frágil ventana caiga por los cielos.
Ese fue el comienzo del fin, Las Torres comenzaron a derrumbarse. Un hito en su historia.
Toda su vida le paso por un instante, y ahí estaba, en medio del desastre, entre las dos torres prediciendo su final. Fue ahí donde se abrió una puerta, la caja negra lo esperaría...
Ahora sólo quedaba la idea de un marco majestuoso que había tenido y un rompecabezas de ese recuerdo en mil pedazos. Solo podría pensar en su majestuosidad, en su gloria y la audacia que había obtenido para destruir todo lo magnífico de su vida en un solo segundo. Lo comprendí, ahora estaría en un duelo, ¿por cuántos días? No lo sabía con certeza pero ahí estaba... transcurriendo ese cambio glorioso en soledad. Días y noches solo en un espacio sin fin...
Afloraron los mejores recuerdos de su infancia con su hermano. Comenzó a llorar como si no hubiera un mañana y sinceramente parecia que no lo había....
Cardigan llego en contrarreloj y el desastre había ocurrido... En su interior, su hermano estaba vivo. Sólo faltaba encontrarlo. (Continuará)

Luces en el Pacífico. Sebastián Orazi Where stories live. Discover now