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¿Un bebé, ahora?

Su plan no había sido ir a un bar, pero ahí terminaron, bailaron y tomaron unos tragos, no paraban de besarse todo el rato, cuando sintieron que era muy tarde ambas salieron del lugar entre risas y besos, entraron al auto.

– Malysh... ¿Las llaves? – Preguntó Natasha entre besos, sin querer alejarse de los labios de su prometida

– Aquí – Rio levemente encima de su boca sacando las llaves de la casaca de la pelirroja – Las guardaste para entrar al auto... – Sonrió mordiendo el labio inferior de Natasha

– Ninguna puede conducir en estas condiciones... – Se dio cuenta después de unos cuantos besos

– No, no podemos... – Se acercó más a ella – Es por eso que ya le mandé un mensaje a Steve y dice que viene a recogernos, me imagino que junto a alguien más para llevarse el auto

Wanda rio levemente – Sólo sigue besándome

– A mi prometida, lo que pida – Sonrió tomándola del mentón y volviendo a besarla

– Láska... – Susurró – ¿Vamos al asiento de atrás?

Natasha asintió pasando hacia atrás, sonrió al recibir a su prometida en brazos, Wanda se sentó a horcajadas de ella, volvieron a besarse mientras se tocaban sin control, la castaña bajó la boca al cuello de su prometida, sentían que la ropa de ambas podría desaparecer en cualquier momento, de sus más grandes cualidades como pareja era el ámbito sexual, no paraban de sonreír en la boca de la otra mientras estaban totalmente cerca, Wanda sintió las manos de su prometida por sus piernas, hacia su trasero, lo apretó con fuerza, metió las manos debajo de su casaca de cuero que en verdad era de Natasha, acariciando su espalda baja, llevaba un top que sólo atraía la mirada de la pelirroja hacia sus pechos, los apretó acariciando la parte visible.

Wanda no quería quedarse atrás, acariciando su abdomen y bajando la boca al ras de sus pechos, mordisqueó un poco, acarició sus muslos y volvió la boca a sus labios, apretó sus pechos mientras volvía a besarla y sentía las manos de su novia recorrerla.

– Te amo, Natasha Romanoff – Mordió la mejilla de su prometida

– Te amo, Wanda Maximoff – Rio levemente entre besos

– Me gusta la falda que te pusiste hoy... – Mordió su labio inferior – Pero amor... ¿Dónde está tu anillo?

– En mi mano... – Abrió los ojos sorprendida, no estaba en donde siempre – Malyshka... mi anillo... – Emitió triste buscando con las manos por el asiento, Wanda se rio levemente

– Láska... tranquila – La tomó de los brazos – Te lo quité mientras nos besábamos y ni te diste cuenta – Rio con ligereza mostrándole como tenía dos anillos en su dedo anular de la mano izquierda

– Eres terrible, Maximoff – Empezó a mordisquear su cuello

– Tú eres la que pierde su anillo y no lo recuerda, ojalá que no se lo encuentre a una de tus queridas amigas... – Arrugó la nariz abrazándose al cuello de su novia

Natasha frunció el ceño y se separó de ella – Deja de ser una celosa... claro que no me di cuenta de que tú me lo habías quitado porque justamente estoy contigo, pero si una tipa o cualquiera me lo quitaría obviamente que no reaccionaría como contigo y me daría cuenta ¿Por qué alguien me tendría que estar tocando las manos?

– Okay, Romanoff... te creo – La vio a los ojos – Y si alguien te empieza a tocar las manos, yo se las retiro de una palmada...

– Okay, bridezilla... – Bromeó – Ahora dame mis besos

Would you lie for me? | ScarletWidowWhere stories live. Discover now