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"Me encantas, Romanoff"

Veía a su esposa arreglar la mesa del comedor para almorzar, sus primeros días de casada habían sido un sueño, habían pensado en ir de luna de miel, pero de por sí se sentían en una en su propia casa, tal vez el viaje lo podrían dejar para después, se levantó del sofá y se acercó a la rubia tomándola de la cintura sin decir nada.

– Malysh... estoy intentando poner la mesa – Rio levemente cuando sintió como Wanda la volteó de las caderas, la pelirroja no dijo nada llevándola hacia la sala – Mi amor... – La vio a los ojos tomándola del cuello y dejándose guiar, Wanda la sentó al borde del sofá y la estiró, se puso encima suyo cerca de su rostro, empezó a desabotonar la correa delgada que llevaba ese día. – Debemos almorzar, aunque sí es cierto que desayunamos tarde... – Susurró encima de su boca, sintió como su esposa jalaba su correa y se la quitaba del pantalón, Wanda le sonrió y se levantó de encima suyo poniéndose la correa – ¡Wanda! – Exclamó sentándose en el sofá

– ¿Sí? Láska – Preguntó rodeando la correa en su propio pantalón

– Ahora me cumples...

– Creí que debíamos almorzar – Emitió juguetona – Y también te dije que si vas a usar mis cosas, me avises

– Wanda...

– ¿Qué pasa, mi amor?

– Que no me vas a insinuar algo que no vas a hacer... – Se cruzó de brazos, la pelirroja rio y se sentó a horcajadas de su esposa – Ya no quiero – Le volteó el rostro

– ¿Segura? – Empezó a besar su cuello y descruzar las manos de Natasha para que toque su cuerpo

– Primero me excitas, después te alejas y ahora vuelves a intentar subir mi temperatura, malyshka... me vas a matar – Emitió con la voz ronca, le encantaban los besos de su esposa

Wanda se alejó de su boca y se quitó la camiseta que llevaba puesta, empezó a desabotonar la blusa de Natasha mientras sonreía al verla. – Te necesito... ¿Tú no me necesitas a mí? – Susurró volviendo a besarla

– Estás jugando con fuego, Maximoff – Mordió el labio inferior de su esposa para seguirla besando

– Nat... – Se acercó a su oído – De lo único que tengo hambre es de ti...

La ropa empezó a volar mientras seguían besándose entre sonrisas, se levantaron de su sofá hacia la habitación que compartían como casadas, eran tan felices y no sentían que les hacía falta nada, disfrutaban de su vida solas las dos, aún tenían algunas cosas en las que no se acomodaban al completo, discusiones domésticas que a los minutos se daban cuenta que no tenían la mayor importancia, su vida era tan inesperada que el pelearse por no pagar algún servicio o que algunas cosas no estén como la otra prefería, no era algo por lo que iban a pelear.

...

Se acercó a su esposa por detrás, empezó a besar su cuello acariciando su abdomen, abrazándola a ella apartando su cabello rubio, mordisqueando y besando su piel.

– Malyshka... – Susurró Natasha apoyándose en su esposa, sintiendo sus labios en su cuello

– ¿Láska? – Sonrió abrazándola a ella

– Tenemos que terminar esto para volver a casa... – Suspiró dejándose llevar por su esposa, quien la ponía en la cama

Wanda se puso encima de Natasha con una sonrisa – Esta habitación me trae tan gratos recuerdos... – Sonrió besando su mejilla – La primera vez que dormimos juntas, la primera vez que te abracé, cuando antes de besar tu boca me dejaste besar tu cuerpo, que para mí siempre será precioso... – Susurró encima de sus labios

Would you lie for me? | ScarletWidowWhere stories live. Discover now